El Deportivo Alavés está de capa caída. La derrota contundente encajada frente al Celta es otro ejemplo evidente de la crítica situación deportiva que atraviesa el equipo dirigido por Abelardo Fernández, que ha dejado claro que prescinde de los servicios de Lucas Pérez que se ha quedado sin convocar por segundo partido consecutivo. 

La victoria del Huesca el viernes frente al Levante relegó al Glorioso al último puesto de la clasificación obligando a reaccionar antes de que fuera tarde. La visita del Celta parecía una buena ocasión para recuperar sensaciones pues la derrota en el Wanda Metropolitano entraba en el guión. Lejos de reaccionar, los albiazules han sucumbido ante un rival que ha decidido el partido en los primeros veinte minutos marcando tres goles en otros tantos disparos a puerta. Es decir, cada vez que los celtiñas se han acercado a la portería defendida por Pacheco, han marcado un gol. 

Abelardo ha querido revolucionar su esquema inicial cambiando radicalmente su banda izquierda. Rioja y Duarte han sido los damnificados en el minuto 34 y Édgar Méndez y Javi López han ocupado su lugar. Cierto es que no ha encajado más goles pero hasta pasada la hora del juego no ha puesto en aprietos al portero rival, dificultando así una remontada que ya parecía misión imposible. La expulsión del jugador visitante Murillo en el minuto 53 tampoco ha dado alas a un Glorioso cabizbajo que no ha tenido ni fuerzas para celebrar el 1-3 a falta de cinco minutos, obra de Lejeune.  

Nolito, nada más comenzar, Aspas en el minuto 15 y Santi Mina en el 20 han marcado para el equipo de Coudet para así sumar una victoria que le coloca en el octavo puesto. El Glorioso, por su parte, con una sola victoria en 11 jornadas bajo la dirección de Abelardo –no gana desde hace dos meses, desde el 5 de febrero–, no abandona el farolillo rojo. Elche, con 25 puntos -dos más que el conjunto babazorro– marca la salvación a falta de que dispute su partido correspondiente a la vigesimanovena jornada contra el Betis.