A partir de mañana, las personas que residen en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa podrán moverse en total libertad, tanto dentro como fuera de sus respectivos herrialdes; no tendrán limitaciones horarias para permanecer fuera de sus domicilios; y tampoco límites cuantitativos para reunirse con otras personas. Y además, dispondrán de dos horas extra para permacer en los bares y los restaurantes.

Las primeras medidas se deben al fallo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que rechaza las principales restricciones planteadas en el borrador del decreto del Gobierno de Lakua; y la última, que fija el cierre hostelero a las 22.00 horas, fue adoptada por el LABI. Según indicó Iñigo Urkullu al término de la reunión, el horario fijado hasta ahora «pierde su sentido» si no hay limitación a la movilidad nocturna.

«Herramientas suficientes»

Cuando a las 16.30 horas el LABI comenzó su reunión, todos sus integrantes ya sabían que el TSJPV había rechazado la opción de mantener el toque de queda a las noches, los cierres perimetrales de la CAV y de los municipios y la limitación del número de personas que pueden reunirse cuando concluya el estado de alarma, esta medianoche.

No fue un fallo sorprendente, menos tras el informe de la Fiscalía, que apuntaba en esa dirección –aunque no puso objeciones en el caso de la limitación a cuatro personas–, y había expectación por el modo en que se iba a responder al veto judicial

Sin embargo, la intervención de Urkullu denotó resignación ante la incapacidad de su Gobierno para adoptar las medidas que considera pertinentes, algo que quedó patente cuando propuso a la ciudadanía que «mantenga voluntaria y conscientemente» una limitación de la movilidad nocturna entre las 23.00 y las 6.00 horas, así como que no se reúna en grupos de más de cuatro personas.

Contrasta esta actitud, casi abúlica, con las palabras del propio mandatario en respuesta, esta misma semana, a la pregunta de Maddalen Iriarte sobre las consecuencias del fin del estado de alarma. «¿Considera que disponemos de herramientas suficientes para responder eficazmente a la pandemia?», preguntó la portavoz de EH Bildu, ante lo que Urkullu respondió que «ningún país cuenta con ‘herramientas suficientes para responder eficazmente a la pandemia’. Euskadi cuenta con las herramientas del autogobierno, que son las que están permitiendo articular una respuesta integral y eficiente a un desafío de dimensiones y gravedad desconocida e imprevisible».

Lo ocurrido pone de manifiesto hasta dónde llegan esas herramientas del autogobierno.

Medidas que siguen en vigor

El lehendakari ya había adelantado que no pensaba recurrir al Tribunal Supremo, como ofrecía el Gobierno español, pero sorprendió que su decisión fuera no solo no mantener las restricciones que sí estaban en su mano, sino relajarlas, sobre todo en lo que se refiere a la hostelería.

En todo caso, en ese sector, el aforo se mantiene en el 50% en el interior y sigue la prohibición del consumo en barra o de pie y la utilización de las mesas por más de cuatro personas. Y sigue siendo obligatoria la mascarilla en todo momento, excepto en el momento de la ingesta.

Asimismo, seguirán cerradas las sociedades gastronómicas, lonjas y establecimientos de ocio nocturno, mientras los locales de juego podrán abrir hasta las 22.00 con un aforo del 50%. Ese mismo horario se aplicará a las actividades culturales, sociales y comerciales.

En las instalaciones deportivas se mantiene el aforo al 50%, con los vestuarios al 35% y sin público, y en la práctica deportiva habrá, como hasta ahora, un máximo de seis personas por grupo. Además, el deporte escolar se limitará al entrenamiento, sin vestuarios, y la actividad física deberá realizarse con mascarilla, salvo en competición y en momentos excepcionales de actividad intensa en exteriores.