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‘La pena y el alivio’, una pieza sonora creada por Niño de Elche para Tabakalera

Niño de Elche realizó durante los meses de enero y febrero una residencia artística en Tabakalera de Donostia. De esa estancia nace la instalación sonora ‘La pena y el alivio’, creada específicamente para el proyecto Scala.

Niño de Elche, en las escaleras de Tabakalera. (NAIZ)
Niño de Elche, en las escaleras de Tabakalera. (NAIZ)

Scala es una nueva propuesta expositiva a la que se ha destinado la escalera principal del edificio y que surgió «con la vocación de explorar el sinfín de lenguajes y modos de acercarse a la música y lo sonoro».

Lo que se busca es generar «nuevas e inesperadas interacciones entre las piezas sonoras y un espacio arquitectónico caracterizado por el tránsito de un público heterogéneo y móvil», explican desde Tabakalera.

Dentro de esa lógica, Niño de Elche recoge el testigo de la adaptación de ‘Sound Patterns’, pieza de Pauline Oliveros que, interpretada por el grupo Vocal Constructivists, inauguró en diciembre la propuesta.

Los tres pisos que componen la escalera central de Tabakalera sirven a Scala, mediante un «sistema vertical único» de ocho altavoces, para «representar la división armónica del espectro audible en función de los tonos graves, medios y agudos».

A partir de esta «correspondencia física», el proyecto ha comenzado a abrirse cuatrimestralmente a obras «históricas» y a producciones realizadas ad hoc, como es el caso de ’La pena y el alivio’.

Analizar las relaciones musicales

Con esta invitación «a profundizar en las relaciones musicales y extra-musicales, en lo que escuchamos y lo que no escuchamos, en el comercio que se da entre el sonido y el sentido, entre lo humano y lo mecánico», Niño de Elche ha confeccionado un «instrumento sonoro musical» junto al productor y artista sonoro Xabier Erkizia, que se ha encargado de la grabación, edición y espacialización de la obra.

El artista vincula su pieza a una copla popular flamenca «que habla de la pena y el alivio a través de una metáfora con una escalera de vidrio», explican desde Tabakalera.

«La pena es una condena a la tristeza y al dolor que como toda sanción tiene un fin que es alivio. La inflexión de una voz nos habla de una rotura, de la fragilidad ante un esfuerzo emocional, de una ascensión y su inevitable descendimiento. La inquebrantable delicadeza del amor es algo que nunca deja de resonar», dice Niño de Elche al definir su creación sonora, de 12 minutos y 34 segundos de duración.

Una «partitura escultórica» del productor de arte Nikolas Téllez Ortiz completa la instalación del inclasificable creador ilicitano, que se activará cada media hora en la escalera principal.

Siguiente intervención: Maialen Lujanbio

La bertsolari Maialen Lujanbio será la encargada de intervenir en ese espacio para el proyecto Scala tras el paso de Niño de Elche, que durante su estancia en Tabakalera ha desarrollado además «la conceptualización» de su próximo disco junto a Xabier Erkizia y el director artístico Ramón Andrés.

«A lo escuchado, pensado y escrito en este espacio de encuentro, se han unido los sonidos de instrumentos como la zanfoña y la gaita grabados en los estudios del Espacio de Artistas. Este proyecto se presentará ante el público en Tabakalera el próximo otoño», anuncia el centro donostiarra.