El Eibar quiere regresar a Primera pero apenas da pistas sobre su proyecto

Amaia Gorostiza y Jon Ander Ulazia no han querido adelantar la identidad del Director deportivo y el entrenador que comandarán el equipo en este cambio de ciclo. El presupuesto del club rondará los treinta millones de euros.

Amaia Gorostiza y Jon Ander Ulazia durante la rueda de prensa que han ofrecido en Ipurua. (Gorka Rubio/Foku)
Amaia Gorostiza y Jon Ander Ulazia durante la rueda de prensa que han ofrecido en Ipurua. (Gorka Rubio/Foku)

El nuevo ciclo en la historia del Eibar ha arrancado este mediodía con la rueda de prensa ofrecida por la presidenta Amaia Gorostiza y el Consejero Delegado Jon Ander Ulazia. Ambos han confirmado que el objetivo del club es regresar a Primera cuanto antes pero no han dado pistas sobre un proyecto en el que sí se puede intuir que la renovación será profunda. Pero no se han hecho públicas ni la identidad del nuevo Director Deportivo –algo que, a lo sumo, se conocerá la semana que viene– ni la del entrenador que dirigirá al primer equipo en este regreso a Segunda. Ni siquiera se sabe aún si será el propio José Luis Mendilibar, sobre cuyo futuro no habrá noticias hasta mañana.

Amaia Gorostiza, que ha comenzado su alocución reconociendo que «son momentos tristes» pese a que «todos sabíamos que este momento podía llegar», ha asegurado que «lo que todos deseamos es volver cuanto antes a Primera, trabajaremos firmemente en ello y pondremos toda la carne en el asador». Eso no significa, han aclarado posteriormente la presidenta y Ulazia, que el club tenga sólo una bala.

«En las siete temporadas que ha permanecido en Primera, este club ha sido capaz de crear una estructura y una entidad del club –ha explicado el Consejero Delegado–. El proyecto del Eibar en Segunda obviamente tiene como meta el ascenso pero no hay que volverse locos si no se consigue en un año. Es muy complicado ascender y tenemos que ser muy conscientes de que sólo con el escudo, sólo por el hecho de haber pasado siete años en Primera, no vamos a subir. Hay que lograr setenta puntos largos pero para eso hay que lograr primero 50, luego 65… Pero tenemos recursos e infraestructura suficiente para que si no llega en la primera temporada, podamos seguir intentándolo». El proyecto, en ese sentido, no tendría que reformularse en al menos tres o cuatro años, pese a que la ayuda al descenso no vaya más allá de la próxima temporada.

Entre esa ayuda, que rondaría los veinte millones, y los ingresos de televisión, que se reducirían notablemente con la pérdida de categoría, el Eibar piensa cerrar un presupuesto aproximado de 30 millones para el próximo curso. Altísimo para Segunda pero casi la mitad de los 58 millones presupuestados para esta temporada. Habrá que «realizar ajustes en toda la estructura», admiten los responsables, pero aseguran que el Eibar «no se va a desmontar como club. Ha adquirido una dimensión que va a mantener. Para ello tendrems que trabajar muy duro en el área de gestión porque tendremos que incrementar ingresos más allá de las televisiones. Pero pensar en desmontar lo que se ha hecho durante tantos años sería un gravísimo error».

Uno de los mordiscos irá al gasto en salarios, que seguirá siendo el más importante pero tendrá que amoldarse también a la nueva categoría. Ulazia engloba en ese cambio cláusulas como la que permitirá a Kike García, que renovó hace unos meses, fichar por Osasuna a coste cero. El directivo armero no ha querido confirmar esa situación, ni cuántos jugadores tienen cláusulas de ese tipo en sus contratos «porque hay cláusulas de confidencialidad» pero sí ha reconocido que existen y que se deben a una «cuestión de sostenibilidad».

«No voy a entrar en nombres porque existe una confidencialidad en los contratos y llegado el momento ya anunciaremos lo que toque. Pero responden a un criterio de sostenibilidad. Cuando negocias con un jugador, hay ciertos jugadores que admiten tener ciertos emolumentos en Segunda, lógicamente inferiores a Primera, y así se recoge en su contrato. A veces se llega a una cifra asumible por las dos partes y a veces no. Se suele dar sobre todo con jugadores de edad más avanzada o que han venido libres o que la amortización de sus traspasos se encuentra en fase residual y es una decisión que tomamos ambas partes. No quiere decir que ese jugador se vaya a marchar forzosamente pero sí que se puede hacer. Y es un criterio de sostenibilidad –insiste–. Porque el primer año se puede tirar con la ayuda al descenso pero si quieres un proyecto sostenible a medio-largo plazo y la previsión de ingresos para el segundo año en Segunda se divide entre cinco, no podemos comprometernos en unos términos que podrían desequilibrar la balanza del club más allá de estos plazos. Hay ejemplos de clubes como el nuestro, que pasan por Primera y que a medio-largo plazo acaban en ley concursal o desaparecidos y refundados. El ADN de este club siempre ha sido la sostenibilidad y si quieremos ser lo que hemos sido, el «modelo Eibar» del que tanto hablamos, te lleva a tomar decisiones de este tipo».

Lo cierto es que entre cesiones y contratos que acaban y claúsulas de descenso, la renovación se prevé muy considerable en la plantilla. Gorostiza y Ulazia ni confirman ni desmienten pero el Consejero Delegado admite que, pese al ejemplo de Espanyol y Mallorca, que han ascendido con el bloque con el que bajaron, «puede ser un buen momento para hacer una renovación profunda, no veo por qué tiene que ser una desventaja». En cualquier caso, recuerda la presidenta, eso también dependerá de las ideas que traiga el nuevo Director Deportivo. Será el primero en llegar, antes que el entrenador, y ponerse al frente del proyecto, han confirmado. Teniendo en cuenta que no se le espera hasta finales de esta semana o principios de la siguiente y que el futuro de José Luis Mendilibar se conocerá mañana, parece bastante evidente que, tal y como se sospecha desde hace un buen tiempo, el zaldibartarra dejará el banquillo azulgrana.