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Biles regresa a la competición con un bronce en barra, prueba que ha ganado Chenchen

La joven china Guan Chenchen se ha impuesto en la final de la barra de equilibrio por delante de su compatriota Tang Xijing y Simone Biles, que ha reaparecido en la competición olímpicia una semana después de retirarse de la final por equipos y ha logrado el bronce, al igual que en Río 2016.  

Simone Biles, después de competir en la barra de equilibrio. (Lionel BONAVENTURE / AFP)
Simone Biles, después de competir en la barra de equilibrio. (Lionel BONAVENTURE / AFP)

Simone Biles ha regresado a la competición en los Juegos Olímpicos con una medalla de bronce en la barra de equilibrio, la única final en la que ha participado en Tokio.

Exactamente una semana después de retirarse de la final por equipos alegando problemas de inestabilidad mental, Biles volvió a la sala del gimnasio Ariake para pelear por las medallas de barra, aparato en el que hace cinco años, en los Juegos de Río 2016, también logró el bronce.

La gimnasta china Guan Chenchen, de 16 años, ganó el oro con 14,633 puntos, seguida de su compañera Tang Xijing, con 14,233, y de Biles con 14,000.

Recibida con mucho cariño por sus rivales y por una grada muy animada por la presencia de varios centenares de deportistas y dirigentes, la estadounidense ejecutó con seguridad y sin desequlibrios un ejercicio de alta dificultad.

Biles se sincera

La gimnasta estadounidense Simone Biles sabe que otros deportistas «están pasando por lo mismo» que ella y consideró que «se debería hablar mucho más» de las salud mental de los atletas, «especialmente con ellos».

«Sé que algunos de nosotros estamos pasando por las mismas cosas, y siempre se nos dice que lo superemos, pero todos somos mayores ya y podemos hablar por nosotros mismos. Al fin y al cabo» –ha comentado–, «no somos un simple entretenimiento. Somos humanos, y hay cosas que suceden entre bastidores que también intentamos compaginar con el deporte». 

Ha explicado que «la única razón» por la que participó en la barra, al contrario que en las demás finales, es porque el ejercicio no contiene piruetas, «gracias a Dios», ha dicho. 

De hecho, Biles cambió su salida habitual, que sí lleva un giro, por otra con un doble mortal carpado.

«En el último momento decidimos cambiar la salida, que probablemente no había hecho desde que tenía 12 años, porque siempre he hecho pirueta desde que tenía 13 o 14 años», ha indicado.

La imposibilidad de hacer las piruetas, por un episodio de desconexión entre la mente y el cuerpo de la gimnasta, fue lo que llevó a Biles a retirarse de la final por equipos y a no participar en el resto, para evitar daños físicos.

«En la barra el trabajo es fácil. Siempre he podido hacerlo. No pude salir en ninguna otra final, así que fue una mierda, pero pude competir por equipos. Bueno, el único salto que hice fue genial, pero luego, a partir de ahí, fue como ir día a día y ver cómo iba. Para las demás finales, física y mentalmente no era seguro que pudiera hacer las dificultades sin poner en peligro mi salud y mi seguridad», ha afirmado en conferencia de prensa. 

Evaluada médicamente todos los días

«Tuve que ser evaluada médicamente todos los días y luego tuve dos sesiones con un psicólogo deportivo del equipo, pero he estado entrenando la barra todos los días», ha explicado.

«Ha sido una semana muy larga, han sido cinco años muy largos», aseguró.

«No esperaba conseguir una medalla», ha comentado sobre el bronce ganado en la barra. «Este bronce», ha agregado, «es más especial que el de la barra de equilibrio en Río. Lo apreciaré durante mucho tiempo».

«El hecho de tener una oportunidad más de competir en los Juegos Olímpicos significa un mundo para mí», ha destacado.

Biles ha reconocido que las chinas Guan Chenchen y Xijing Tang, oro y plata en la barra, «se merecen el uno y el dos». 

«Tener a estas dos gimnastas a mi lado..., lo hicieron absolutamente increíble. Las he visto entrenar muy duro», ha indicado.