Marion Cotillard llega a nuestra ciudad para recibir el Premio Donostia, aunque su relación con el Zinemaldia ya viene de antes, porque fue protagonista de dos películas ganadoras del premio New Directors, que se repitió con ‘Innocence’ (Lucile Hadzihalilovic, 2004) y con ‘Fair Play’ (Lionel Baillu, 2006). La proyección que acompañará tal distinción es la del documental ‘Bigger Than Us’ (Flore Vasseur, 2021), del que la actriz es coproductora, implicándose de esta forma con el compromiso de la juventud que en distintas partes del mundo milita en el activismo medioambiental, tal como muestra la película.

Pero sí Marion Cotillard es noticia en estos días es gracias al impacto causado con su participación en ‘Annette’ (Leos Carax, 2021), película a la que le ha unido el destino, ya que cuando iba a comenzar el rodaje quedó embarazada y tuvo que renunciar, pero el papel de madre primeriza estaba reservado para ella y, por problemas de financiación, pudo finalmente llegar a tiempo. Parecía que los hermanos Ron Mael y Russell Mael, componentes del dúo Sparks, habían escrito esta ópera rock para ella, ya que interpreta a una madre artista, justo lo que ella es en la vida real.

Aunque además de actuar la Cotillard también canta y baila, tal como lo demostró en el musical ‘Nine’ (Rob Marshall, 2009), siempre se ha topado con caracterizaciones que exigían otro registro de voz diferente al suyo, y es que en ‘Annette’ estaba encarnando a una soprano, una diva del bel canto. Algo similar le sucedió en su película triunfal ‘La Môme’ (Oliver Dahan, 2007), estrenada en su versión doblada con el título de ‘La vida en rosa’, donde hacía nada menos que de Édith Piaf. La pequeña gran actriz supo estar a la altura, y su antológica actuación le valió ser la primera en ganar un Óscar de Hollywood como protagonista de una película francófona, hito al que se sumaron el Globo de Oro y el Bafta, completando su gran año.