Arnaitz Gorriti

Araski puede festejar una victoria con su afición más de un año después (53-47)

Las de Made Urieta han padecido más de la cuenta, fruto del desacierto y las pérdidas, para batir al Campus Promete riojano en Mendizorrotza. Los 16 tantos y 17 rebotes de Tanaya Atkinson y los puntos en momentos clave de Tamara Seda han supuesto el segundo triunfo liguero del conjunto gasteiztarra.

Imagen de archivo de Tamara Seda, clave en el triunfo de este domingo en Mendizorrotza. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)
Imagen de archivo de Tamara Seda, clave en el triunfo de este domingo en Mendizorrotza. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

KUTXABANK ARASKI 53 - CAMPUS PROMETE 47

Por primera vez en más de un año, la afición de Mendizorrotza ha podido disfrutar de una victoria de Kutxabank Araski. Sigue abonado al sufrimiento el conjunto gasteiztarra, pero ante un Campus Promete obsesionado con el triple, ha conseguido su segundo triunfo del curso. Y ganar cuando no se juega bien siempre supone un gran respiro.

Junto con los tiros que ha atinado en los últimos segundos Tamara Seda, Tanaya Atkinson ha sido el elemento diferencia del partido, con 16 puntos y ¡17 rebotes!, algo esencial en cuanto que entre los dos equipos se han fallado la friolera de 85 lanzamientos de dos y tres puntos.

Cierto es que las 16 pérdidas de Araski han compensado más de la cuenta el poderío reboteador gasteiztarra, lo cual ha impedido romper el partido en ningún momento. Más aún, Campus Promete ha entrado al último minuto al alcance de algún triple certero. No obstante, uno de los puntos positivos del triunfo de Araski es que las de Made Urieta siempre han disfrutado del marcador a su favor, pese a los exiguos guarismos y los momentos de desacierto absoluto.

En ese sentido, el empate a 24 que ha conseguido arrancar el cuadro riojano en tiempo de descanso ha sido la nota más preocupante. Con la argentina Paola Burani sumando 16 tantos y 10 rechaces, Campus Promete ha aguantado siempre el tirón, a pesar de firmar un horrible 16 de 71 en tiros de campo. Esa es responsabilidad de las jugadoras de Made Urieta, porque ganar con tan escaso acierto –22 de 62 en el caso gasteiztarra– es jugar con fuego.

Pese a todo, y pese a los agobios en el marcador, un par de providenciales canasta de Tamara Seda han rubricado la segunda victoria de las gasteiztarras, pudiendo al fin celebrar un triunfo con la hinchada araskizale un año largo después.