Un grupo de estudiantes que cursaba sus estudios de sicología en la universidad Western Kentucky University, tuvo que trasladarse a un hospital siquiátrico para completar un trabajo.

Entre los visitantes se encontraba un joven llamado John Carpenter que, mucho tiempo después, recordaría de esta manera aquella experiencia que le marcó para siempre «visitamos a los pacientes más enfermos, los que tenían problemas más serios. Y allí estaba este niño, que debía tener unos 12 o 13 años, con aquella mirada que sobrecogía y con la que me siguió. Era una mirada esquizofrénica, una mirada realmente demoníaca. Fue traumatizante para mí, probablemente lo más terrorífico que he visto nunca».

La impresión causada por la mirada de aquel niño sirvió para que tiempo después Carpenter pusiera en boca del personaje encarnado por Donald Pleasance, el doctor Loomis, la primera descripción de Michael Myers «esta cara vacía, sin emociones. Los ojos negros. Los ojos del demonio. Gasté ocho años tratando de alcanzarlo, y otros siete intentando encerrarlo, pues me di cuenta de que, lo que estaba viviendo detrás de esos ojos de niño, era maldad pura».

Siempre fiel a sus códigos de serie B, el maestro John Carpenter ha legado para la posteridad una de las obras cumbre del género de terror, 'La noche de Halloween'.

La primera entrega del año 1978 fue coescrita por John Carpenter y la productora Debra Hill y entre sus referentes figuraba 'Psicosis', de Alfred Hitchcock. Fue tan clara esta fuente inspiradora que incluso contrató a Jamie Lee Curtis, hija de la actriz Janet Leigh, una de las protagonistas de aquella película.

Carpenter también rebuscó en la crónica negra estadounidense para dotar de mayor empaque a su inquietante Michael Myers. Entre los personajes elegidos figuraban dos asesinos en serie que, a su vez, han inspirado diversas producciones: Ed Gein y el conocido como 'Asesino del Zodíaco'.

El primero, además de inspirar a Hitchcock en 'Psicosis', también fue un referente en otra cinta clave del terror moderno, 'La matanza de Texas', dirigida por Tobe Hopper en 1974. El segundo, por su parte, fue protagonista en la excelente película dirigida por David Fincher, 'Zodiac' (2007).

Historia de una máscara

En relación a la apariencia que luce Michael Myers, figura de manera destacada su sobrecogedora máscara. En relación a cómo fue creada, Carpenter recordó que «el diseñador de producción de la película, Tommy Lee Wallace, visitó una tienda en la que vendían artículos de magia y disfraces y regresó al set de rodaje con dos máscaras, una máscara de payaso y otra que reproducía de manera bastante tosca el rostro William Shatner -el capitán Kirk de la saga 'Star Trek'. Cuando Tommy se puso la máscara de payaso coincidimos los presentes en que esta daba miedo, pero en cuanto se colocó la otra, nos quedamos petrificados. Tommy la había pintado de blanco con aerosol y agrandó los agujeros de los ojos. El efecto fue demoledor».

La trama de la película es muy básica pero efectiva. En la noche de Halloween de 1963, Michael Myers asesinó a su hermana en la ciudad ficticia del Medio Oeste estadounidense de Haddonfield -Illinois- y recluído en el sanatorio Smith's Grove. Quince años después se escapa, el 30 de octubre de 1978, y regresa a Haddonfield para prolongar su furia silente. Al día siguiente, Halloween, Michael fija su obsesión en una nueva víctima, una adolescente llamada Laurie Strode, interpretada por Jamie Lee Curtis. El siquiatra de Michael, el Dr. Sam Loomis, conocedor del historial de paciente y de sus intenciones, se trslada a la ciudad para capturarlo de nuevo.

'La noche de Halloween' tan solo requirió un presupuesto de 300.000 dólares y recaudó 47 millones en la taquilla en los Estados Unidos​ y 23 millones de dólares a nivel internacional obteniendo 70 millones de dólares en todo el mundo.

Este éxito comercial la conviertió en una de las películas independientes más rentables de todos los tiempos. Según reveló Carpenter, firmante también de la mítica banda sonora de la película, al diario The New York Times, «éramos unos niños y queríamos estar en el negocio del cine. No había mucho ego involucrado. Todos trabajamos muchísimo y fue divertido. Normalmente no te diviertes mucho cuando filmas películas».