En el marco de las jornadas Bilbao Bizkaia Design Week, que se prolongarán hasta este 25 de noviembre, la iniciativa Bideotikan apuesta por recuperar los soportes audiovisuales urbanos como espacio para el criptoarte, lo que transforma a Bilbo en una especie gran galería virtual abierta que sirve de escaparate a la vanguardia de un concepto de arte en el que prima aglutinar la arquitectura del paisaje urbano con sus propio habitantes.

En su declaración de intenciones, Bideotikan se presenta como un «diálogo inteligente y lúdico a través del arte y de proyectos audiovisuales sugerentes».

Mediante un diverso abanico de breves clips multimedia que se proyectan en las pantallas exteriores y en destacados espacios interiores de la capital bizkaitarra, han participado artistas internacionales que, a través de complejas y potentes herramientas de edición de video, exploran estilos creativos que funden lo cotidiano con formas narrativas surrealistas.

Desde la productora Media Attack, el comisario de Bideotikan, Mikel Lauki, seleccionó para esta primera muestra un elenco variado de artistas que exploran diferentes técnicas y estilos de arte digital, entre ellos Javier Arrés, Sofia Crespo, Dirkkoy, Esteban Diacono y más.

Sus piezas se pueden disfrutar en pantallas emblemáticas del centro como la biblioteca de la Diputación, Rodríguez Arias 21, San Francisco 40, el edificio Alhóndiga, la oficina de Turismo Abando, la plaza Sagrado Corazón y la cúpula del teatro Campos Elíseos. Según los responsables de esta iniciativa, «con un proyecto como Bideotikan, Bilbo se convierte en pionera en el escenario de la vanguardia del cryptoart y el videoarte, y conecta con artistas y habitantes de ciudades como Tokio, New York y Londres a través de una cultura compartida».

Cryptocultura, la nueva economía creativa

Estos videoartistas y 3D motion designers pertenecen a una nueva generación de creativos nacidos con la ola ascendente del cryptoart. Buena parte de ellos han comenzado su carrera simplemente jugando con herramientas audiovisuales y realizando pequeños clips experimentales que publicaban a través de las redes sociales.

Estos breves juegos experimentales, transformados en NFT, se han convertido en piezas de arte valoradas en miles de euros, dentro del contexto de la cryptomoneda.

En su exposición desde Media Attack aclaran que «el cryptoart o NFT Art, es bitcoin en forma de arte. Es la combinación literal de arte, tecnología y moneda. Es un movimiento estético digital en el que piezas únicas son tokenizadas para crear un ‘non-fungible token’ –NFT–, que representa la obra de arte».

«El NFT funciona como un certificado de autenticidad que puede ser comercializado directamente o a través distintas galerías online indicando la posesión de una pieza específica de arte», añaden.

Finalmente, recuerdan que la idea de este concepto novedoso de arte «está basado en la idea de ‘escasez digital’, que permite vender, comprar y monetizar productos digitales como si fueran bienes físicos. Este sistema funciona gracias al hecho de que, al igual que la bitcoin y otras cryptomonedas, el cryptoart existe en cantidad limitada».