Pello Guerra

Exigen ante los centros de salud navarros unos presupuestos con sanidad pública de calidad

A convocatoria de la Plataforma Navarra de Salud, este jueves se han celebrado concentraciones ante los centros de salud del herrialde para exigir que los presupuestos de Nafarroa garanticen una sanidad «pública y de calidad».

Concentración ante el centro de salud de Alde Zaharra de Iruñea para exigir una sanidad «pública y de calidad». (NAIZ)
Concentración ante el centro de salud de Alde Zaharra de Iruñea para exigir una sanidad «pública y de calidad». (NAIZ)

Las inmediaciones de los centros de salud de Nafarroa han sido escenario este jueves de las concentraciones realizadas a convocatoria de la Plataforma Navarra de Salud para exigir que los presupuestos del herrialde garanticen un sanidad «pública y de calidad».

En su convocatoria, la Plataforma Navarra de Salud recordaba que, a pesar de que el herrialde sigue inmerso en la pandemia del coronavirus, con lo que ello supone a nivel sanitario, el anteproyecto de Presupuestos que ha presentado el Departamento de Salud «mantiene el presupuesto global sin crecimiento, no apoya a la Atención Primaria, ni a la salud pública, aumenta el gasto farmacéutico, consolida una salud mental precaria y blinda las derivaciones a centros privados».

Además, «propone cubrir necesidades de salud contratando a fisioterapeutas privados y se vuelve a utilizar al Ejército en el rastreo de contactos covid-19 eludiendo consolidar la plantilla, que en Atención Primaria tiene un 50% de precariedad».

Y mientras el presupuesto de Salud queda «congelado», los departamentos de Desarrollo Económico y de Innovación «apuestan nuestro dinero en lo que vienen a llamar la medicina personalizada y la digitalización, nuevas áreas para el negocio privado. Y el discurso oficial ensalza la colaboración público-privada, que sólo es garantizar financiación pública a la medicina privada».

Por todo ello, se han celebrado las citadas concentraciones, que en el caso del centro de salud de Alde Zaharra de Iruñea ha congregado a decenas de personas que han coreado consignas como «Osasun etxea, defensa dezagun», «Son más saludables las consultas presenciales», «El dinero del TAV para la sanidad», «Ez, ez, ez, oztoporik ez».

En el comunicado leído por Akina de la Kruz e Isabel Iribarren, de AZ Osasun Taldea, se ha exigido que los presupuestos de Nafarroa, que se van a aprobar el próximo 23 de diciembre, «respondan a las necesidades de la buena atención en salud a toda la población residente» en el herrialde.

Y en relación al propio centro de salud de Alde Zaharra, han destacado que el Parlamento de Nafarroa ha aprobado recientemente una «enmienda in voce» por la que se hace eco de la petición de que se habilite un acceso por la calle Calderería al centro para personas con movilidad reducida para sortear las barreras arquitectónicas existentes en el mismo. Petición que traslada al Ayuntamiento de Iruñea para que la haga efectiva.

LAB: «Es hora de tomar decisiones»

El sindicato LAB se ha sumado a las reivindicaciones de la Plataforma Navarra de Salud porque, como ha señalado, «la situación provocada por el escaso presupuesto y su pésima gestión está afectando de forma significativa e intolerable a la atención sanitaria pública». Y ha recordado que viene denunciando reiteradamente que la plantilla «ha llegado a un punto de agotamiento mental y físico».

Al denunciar la «situación de precariedad laboral y la falta de personal», tanto en Atención Primaria como en especialidades, ha destacado algunos casos «flagrantes» en el ámbito rural, «como ocurre en Elizondo, Goizueta, Peralta, Altsasu…».

«Con unas infraestructuras obsoletas y desfasadas, asistimos a la propagación del virus en el propio hospital, y entre los trabajadores y trabajadoras. Son ya más de 250 infectadas en esta sexta ola, solo en el H.U.N.», ha añadido.

LAB considera que «es hora de tomar decisiones más allá de palabrería y de echarnos las manos a la cabeza». Por ello, aboga por implementar «medidas de calado a nivel político, económico y de gestión» con las que se pueda hacer frente a «la falta de dimensionamiento de la plantilla, la eventualidad superior al 60%, el envejecimiento y la inminente jubilación de prácticamente la mitad del personal fijo en los próximos 10 años».