Ocho años después de rodar su último largometraje (‘El extraordinario viaje de T.S. Spivet’), Jean-Pierre Jeunet se ha vuelto a colocar detrás de la cámara con ‘Bigbug’, una producción de Netflix que se estrenará el próximo 11 de febrero y que supone un nuevo acercamiento al imaginario de ciencia ficción y humor tan característico del firmante de películas como ‘Delicatessen’ (1991), ‘La ciudad de los niños perdidos’ (1995) y su siempre recordada ‘Amélie’.

‘Bigbut’ supone, además, el reencuentro de Jeunet con el guionista Guillaume Laurant y la diseñadora de producción Aline Bonetto, artistas que ayudaron al director a crear un universo tan personal como reconocible que, en esta oportunidad, se escenifica en un futuro indeterminado, muy colorista y dictado por el capricho de una tecnología omnipresente en la mecánica cotidiana de una sociedad adocenada.

En este paisaje de inteligencia artificial se desarrolla la revuelta que emprenden los androides quienes, cansados de asumir el rol esclavo de sus propietarios humanos, deciden invadir una gran ciudad.

La trama se centra en cuatro robots domésticos que toman como rehenes a los no menos singulares habitantes de un edificio.

Control total sobre una obra

Elsa Zylberstein, Alban Lenoir, Isabelle Nanty, Youssef Hajdi, Claire Chust, François Levantal, Claude Perron y Stéphane De Groodt lideran un reparto que suma al actor fetiche de Jeunet, Dominique Pinon. Jeunet reconoce haber tenido graves problemas para encontrar la financiación que requería la puesta en marcha de este proyecto sustentado en un guion que, el propio Jeunet definió como «áspero, original y osado».

Sobre los motivos que le han llevado a un distanciamiento tan prolongado del cine, recuerda que «siempre necesito una gran libertad para crear mis mundos a mi manera. Mi equipo y yo nos encargamos de cada uno de los detalles que aparecen en la película. Esa es la libertad que yo busco y necesito. Sentí mucha curiosidad por saber cómo se trabaja con Netflix. Y tengo que reconocer que no he tenido problema alguno. Más bien todo lo contrario, nadie se atrevió a financiar este proyecto, salvo Netflix».