Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

En las comedias familiares abundan las mudanzas

VUELTA A CASA DE MI HIJA
Estado francés. 2021. 88’. Tít. Orig.: ‘Un tour chez ma fille’. Dtor.: Eric Lavaine. Guion: Eric Lavaine, Bruno Lavaine y Héctor Cabello Reyes. Prod.: Vincent Roget y Jérôme Seydoux. Int.: Joisane Balasko, Mathilde Seigner, Jérôme Commandeur, Philippe Lefebvre, Line Renaud.

Mathlde Seigner (hija), Josiane Balasko (madre) y Jérôme Commandeur (yerno).
Mathlde Seigner (hija), Josiane Balasko (madre) y Jérôme Commandeur (yerno). (NAIZ)

He aquí la continuación de ‘Vuelta a casa de mi madre’ (2016), todo un éxito de taquilla en el mercado francófono que su máximo responsable Eric Lavaine no ha tardado en explotar por segunda vez.

Sin embargo, en la segunda parte se pierde la esencia de comedia social de la primera, puesto que a aquella mudanza inicial muy coyuntural, con el problema de las nuevas generaciones que retornan al hogar familiar al no poder sostener económicamente su emancipación por culpa de la crisis, da paso en esta ocasión a otra de carácter puramente anecdótico.

El motivo de que la madre tenga que vivir con su hija es en principio temporal, y se debe simplemente a unas obras que se alargan y demoran la situación generando conflictos domésticos tratados con humor, siempre a base de malentendidos, a consecuencia de las diferencias entre el lenguaje de los mayores y de los jóvenes.

Si antes la veterana Josiane Balasko compartió protagonismo con Alexandra Lamy, ésta desaparece y solo se escucha su voz en conversación telefónica desde el extranjero. Ante su ausencia, a la madre le quedan otra hija (Mathilde Seigner) y un hijo (Philippe Lefebvre), pero se va finalmente con la chica, a la que le complica su vida de pareja, ante las dificultades de la convivencia con el yerno (Jérôme Commandeur).