Iker Fidalgo
Crítico de arte

Abrazar lo nuevo sin soltar lo propio

El 2022 empieza ante nuestros ojos como un camino por recorrer cuando aún miramos de reojo el final del anterior. No será una línea recta y, a juzgar por los últimos tiempos, estará plagado de sombras, curvas cerradas y una vegetación espesa que nos impedirá ver la luz. A pesar de eso, si la semana pasada cerrábamos el ciclo con un tono de nostalgia ahora intentamos mirar al futuro con un poco de ilusión, aunque sea por guardar un pequeño truco en la manga que nos ayude a afrontar todo lo que venga. Como cada nueva etapa, es el momento de las declaraciones de intenciones. Aquellos propósitos que son el motor de lo nuevo y que nos ayudan a proyectarnos en esas realidades de las que deseamos formar parte. Aun y todo conviene no caer en la obsesión de la renovación. Bienvenido sea lo nuevo y bienvenidas sean también las pequeñas victorias que hemos ido logrando hasta hoy, pues a veces es más difícil permanecer que avanzar.

Esta última frase puede aplicarse sin ninguna duda al mundo de la cultura. Si echamos la vista atrás, en un campo tradicionalmente marcado por la precariedad y la fragilidad de sus condiciones, lo vivido desde el 2020 la ha convertido en una especie en constante peligro de extinción. Casi dos años después de que se inaugurara esta nueva realidad, mediada por la amenaza constante del contagio, los sectores culturales en general, y del arte contemporáneo en particular, han sabido adaptarse a un nuevo mundo. Ojalá en este 2022 podamos no perder ni un centímetro de todo el terreno ganado y seamos capaces de confirmar la necesidad de la creación artística como un elemento indispensable en la construcción de una sociedad. Pues como siempre aseguramos desde esta página, el arte es aquello que nos ayuda a imaginar y construir otras realidades posibles. En esta primera página del año proponemos una serie de exposiciones que creemos pueden ser de gran interés, pues en ellas encuentran su espacio artistas de gran recorrido y el futuro artístico de nuestro contexto.

La galería Arteko de Donostia, que cumplió 25 años el pasado 2021, inauguró en diciembre una nueva exposición a cargo de la artista navarra Dora Salazar (Altsasu, 1963). ‘M.C.A.C – Mi Colección de Arte Contemporáneo’ es el título de la muestra que podrá visitarse hasta el 11 de febrero. La representación de la figura, tan presente en el trabajo de Salazar, vuelve a cobrar protagonismo en este nuevo proyecto. Mientras en una parte de la sala encontramos a modo de pequeños trofeos versiones de iconos escultóricos clásicos de la historia del arte, nuestra visión se topa directamente con unas esculturas de mujeres a tamaño natural. Realizadas con materiales básicos como cinta adhesiva y plástico, se mueven entre lo liviano y la contundencia de su tamaño. De la pared salen también bustos de textura pedregosa exponiendo sus muecas mientras unos espejos juegan con otras figuras realizadas en alambre que nos invitan a dialogar con el vacío de su estructura.

‘Expodistrito’ es un programa del Ayuntamiento de Bilbo, que pretende expandir la programación cultural de su territorio más allá de los espacios habituales de la capital vizcaina. Para ello se organizan una serie de exposiciones itinerantes que visitan centros municipales como los de San Inazio, Otxarkoaga, San Francisco o Rekalde, entre otros. Hasta el día 7 de enero asistimos a los últimos coletazos de la programación del 2021 que ha contado con un variado programa en el que la pintura y la fotografía han estado presentes. Proyectos como ‘Esto no es un árbol’ de Karen Amaia, o ‘Marginal 33’ de Aitor Fernández pueden aún visitarse.

Por último, la sala Bizkaia Aretoa de Bilbo inauguró el día 17 de diciembre la exposición de trabajos de fin de grado de la facultad de Bellas Artes de la UPV-EHU que celebraba el pasado año su cincuenta aniversario. Si bien no estará mucho tiempo disponible, pues se clausura el día 7, puede ser un buen momento para acercarse a valorar las diferentes tendencias que las nuevas generaciones de creadoras ponen en práctica en esta última etapa de su formación y atender a lo que supondrá el futuro de nuestro panorama artístico.