Imagen de la manifestación de Gasteiz.
Imagen de la manifestación de Gasteiz. (Raul BOGAJO/FOKU)
Miles de personas se han dado cita en la calles de  Bilbo.
Miles de personas se han dado cita en la calles de Bilbo. (Aritz LOIOLA | FOKU)
Carteles en apoyo a la Atención Primeria en Bilbo.
Carteles en apoyo a la Atención Primeria en Bilbo. (Aritz LOIOLA | FOKU)
Pancarta en apoyo a la sanidad y a la educación pública en Bilbo.
Pancarta en apoyo a la sanidad y a la educación pública en Bilbo. (Aritz LOIOLA | FOKU)
Manifestación en las calles de Donostia.
Manifestación en las calles de Donostia. (Gorka RUBIO | FOKU)
Alguno de los carteles vistos en la marcha de Donostia.
Alguno de los carteles vistos en la marcha de Donostia. (Gorka RUBIO | FOKU)
Pancarta en apoyo a la Atención Primaria en Donostia.
Pancarta en apoyo a la Atención Primaria en Donostia. (Gorka RUBIO | FOKU)
Protesta en el centro de Donostia.
Protesta en el centro de Donostia. (Gorka RUBIO | FOKU)
NAIZ

Clamor contra el colapso que sufre la Atención Primaria en Osakidetza

Bilbo, Donostia y Gasteiz han sido escenario este domingo del clamor contra el colapso que sufre la Atención Primaria, en una movilización en la que los sindicatos han estado arropados por una amplia representación del tejido social, en defensa de una salud pública de calidad.

Miles de personas se han movilizado en las calles de Bilbo, Donostia y Gasteiz, en las manifestaciones convocadas por los sindicatos ELA, Satse, LAB, CCOO y UGT y a las que se han sumado diferentes colectivos, como partidos políticos (EH Bildu o Ezker Anitza), asociaciones vecinales, colectivos de pensionistas o colegios de médicos.

Profesionales y usuarios coinciden en un mismo mensaje, «el colapso de Osakidetza es un secreto a voces» y los problemas tampoco son nuevos, no empezaron con la pandemia. Osakidetza arrastra carencias que están afectando no solo al agotamiento de las plantillas sino a la propia calidad asistencial, a una atención adecuada que no puede ser dispensada en las condiciones actuales, tal y como han planteado agentes de distintos ámbitos.

Los sindicatos han recordado que ya en 2019 hubo movilizaciones para reclamar refuerzos en plantillas para poder responder a las necesidades que ya se veían entonces. Dos años después y en medio de una pandemia y repetidas olas, la respuesta de los responsables de Salud del Gobierno de Lakua ha sido eliminar 4.000 puestos de trabajo, cerrar vacunódromos y reducir los equipos de rastreo al mínimo, han denunciado.

Las centrales habían convocado estas movilizaciones ante una situación «insostenible», con un pandemia que ha acrecentado los problemas haciéndolos más visibles y para exigir a Osakidetza medidas inmediatas al respecto.

Tras una pancarta con el lema “Nik bai sinisten dut osasun publikoan. Por unas condiciones dignas», han marchado otros mensajes que describen la atención primaria como «explotada y quemada»; también contra la privatización de sistema. «La sanidad pública no está en venta» rezaban varios carteles.

Según han destacado representantes de las centrales sindicales, la situación en Primaria es extensible a hospitales y otros servicios, dado que cada recorte en horarios de centros o cierre de puntos de asistencia tiene su efecto en el resto de la red.

En Bilbo, por ejemplo, trabajadoras de centros de salud mental han portado una pancarta solicitando equiparación salarial a las plantillas que realizan su mismo trabajo en los hospitales.

Según han  explicado a NAIZ, en esos centros a los que la atención primaria deriva pacientes por toxicomanías o episodios depresivos, entre otros, no solo no se han reforzado plantillas atendiendo al conocido aumento de los problemas de salud mental, sino que «no se está sustituyendo a profesionales».

Récord en contratación de seguros privados

Al fin de la movilización en Bilbo, las centrales sindicales han destacado que la situación por la que atraviesa la sanidad pública en la CAV no es casual, sino producto de decisiones políticas que están «desmantelando» la atención primaria y tensionando los hospitales mientras «la contratación se seguros privados se encuentra en cifras récord».

Han apuntado a una estrategia calculada, porque si «no se entiende que con cifras de contagios en máximos», se restrinjan horarios, no se sustituyan bajas o vacaciones y haya momentos en los que de donde deben encontrarse once facultativos solo estén trabajando cuatro.

En vez de aplicar políticas «garantistas», se decide «recortar» y «ahorrar», han apuntado representantes de las centrales sindicales en un mensaje al cierre de la marcha en Bilbo, en el que han aportado varias fotografías de la situación, como el hecho de que haya 24.600 profesionales temporales o se esté produciendo una «huida» del sistema público por sus condiciones laborales.

Las centrales convocantes han reclamado al Gobierno que frente a la «propaganda y la realidad imaginada» se incremente el gasto en salud, que en el caso de la CAV no llega al 5%,  equiparándolo a la media europea, en torno a un 7% del PIB. Han denunciado, asimismo, que los últimos presupuestos del Ejecutivo de PNV y PSE han ido reduciendo el gasto en salud.

Más movilizaciones y la huelga «sobre la mesa»

Las cuatro centrales sindicales que han impulsado las movilizaciones de hoy han dejado sentado que las movilizaciones se intensificarán si no hay respuesta por parte del Departamento que dirige Sagardui. De hecho, han planteado que la posibilidad de convocar una huelga «está sobre la mesa».

Según han señalado portavoces de LAB a NAIZ, la respuesta en la calle va a ser fundamental porque lo que está en juego es «el servicio de salud que vamos a tener», y la situación crítica no se va a limitar a los efectos de la pandemia, dado «todo lo que puede estar no siendo atendido ahora y todos los efectos que tendrá el covid».

Según han destacado desde la central abertzale, la respuesta ha de ser «potente» porque hasta la fecha no ha habido «un solo gesto» por parte de los responsables de Osakidetza que haga pensar en algún tipo de respuesta a reclamaciones, que no son solo sindicales sino también sociales.

La prueba está, han precisado, en la última reunión de la mesa sectorial, «en la que con esta situación en la calle, la sensación es que no tienen ninguna voluntad de abordar una panificación que acabe con los problemas estructurales».