Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Los Angeles Rams y Cincinatti Bengals disputarán la Super Bowl LVI

Después de eliminar a San Francisco 49ers, los angelinos serán anfitriones y favoritos frente a unos Bengals que han tumbado a Kansas City esta pasada noche y que se plantan por sorpresa en la final de la NFL. El duelo por el trofeo Vince Lombardi se jugará el próximo 13 de febrero. 

Los Rams celebran su título de la NFC y su pase a la Super Bowl.
Los Rams celebran su título de la NFC y su pase a la Super Bowl. (Christian Petersen | AFP)

Los Angeles Rams y Cincinatti Bengals disputarán el próximo 13 de febrero la Super Bowl LVI, después de haberse proclamado esta pasada noche campeones de sus respectivas conferencias en dos encuentros decididos otra vez por una exigua diferencia de tres puntos.

Tal y como hicieron una semana antes ante Tennessee Titans, los Bengals se agarraron al partido con uñas y dientes para dar el zarpazo en la recta final y ganar la Conferencia Americana (AFC).

A falta de cinco minutos para el descanso, el conjunto local y favorito para la victoria, Kansas City Chiefs, dominaba el marcador con un cómodo 21-3, con anotaciones de Hill, Kelce y Hardman a pase de Mahomes. La maquinaria de Andy Reid estaba engrasada y los de Misuri apuntaban a su tercera Super Bowl consecutiva.

Pero los Bengals recortaron distancias antes de marchar a vestuarios (21-10) y en el tercer cuarto un parcial de 0-11 les permitió poner las tablas en el marcador. Joe Burrow logró conectar con Perine y con su socio favorito Ja’Marr Chase, para entrar igualados en el último cuarto. Sendos fields goals mandaban el encuentro a la prórroga (24-24).

El sorteo, igual que la semana anterior ante Buffalo, favoreció a Kansas, pero la defensa de Bengals interceptó un pase de Mahomes y el ataque se acercó lo suficiente para que McPherson anotara la patada decisiva que mete a los de Ohio por vez primera en la Super Bowl desde 1989.

Emulando a Tampa Bay

Si Cincinatti Bengals es el tapado de la competición, el ‘underdog’, que dicen en Estados Unidos; ya señalábamos en la previa que Los Angeles Rams había puesto toda la carne en el asador para estar presente en una final que se disputará en su casa, el SoFi Stadium, igual que hizo Tampa Bay hace doce meses.

En el mercado fueron llegando nombres como Stafford, Von Miller u Odell Beckham, para sumarse a los ya presentes Kupp, Donald o Ramsey, formando una plantilla que aspiraba a lo más alto.

Después de tumbar a Arizona Cardinals y a Tampa Bay Buccaneers, San Francisco 49ers era el último escollo en su camino, un derbi californiano en la final de la Conferencia Nacional (NFC). Los Niners venían siendo un equipo rocoso, muy físico y duro de pelar, y esta madrugada han vendido cara su derrota. El 0-0 del primer cuarto ya era una señal de la batalla que se avecinaba.

Abría el marcador el receptor más productivo de la liga, Cooper Kupp –otro día en la oficina con 142 yardas y 2 TD–, al que daba réplica el mejor atacante de San Francisco, Deebo Samuel, con un largo eslalon para alcanzar la end zone. Al descanso, los visitantes ganaban 7-10.

En la reanudación, el touch down de Kittle encendía las luces de alarma (7-17), pero los entrenados por Sean McVay reaccionaban en el último cuarto para hacerse con el triunfo (20-17) y conformar una Super Bowl inédita. Los Rams ya ganaron una vez el título, en 2000, cuando aún estaban radicados en Saint Louis, y han perdido otras tres finales, la última en 2019 ante New England Patriots.