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Las obras en las murallas de Iruñea descubren el puente durmiente del Portal de Arrotxapea

Las obras de restauración de las murallas de Iruñea en el baluarte de Parma han descubierto un puente durmiente que daba acceso al puente levadizo del antiguo Portal de Arrotxapea, según ha dado a conocer el Ayuntamiento.

Un ciclista sube por la cuesta de Santo Domingo junto a las obras en las que aparece el puente durmiente.
Un ciclista sube por la cuesta de Santo Domingo junto a las obras en las que aparece el puente durmiente. (IRUÑEKO UDALA)

En el transcurso de las obras que se están realizando en el baluarte de Parma de las murallas de Iruñea se ha producido un hallazgo que continúa completando el trazado original de la fortificación: en el foso entre el baluarte bajo y el muro al que se enfrenta, ha aparecido un arco de ladrillo que sería el último tramo del puente durmiente (estructura fija que se eleva sobre el foso y se cimenta sobre el terreno) que habría dado acceso al puente levadizo del Portal de Arrotxapea.

El alcalde de Iruñea, Enrique Maya, ha visitado este miércoles estas obras que comenzaron en setiembre junto a miembros de la comisión y gerencia de Urbanismo municipal. Las obras son la culminación de la restauración del conjunto de la Ciudadela y las Murallas que comenzó hace décadas.

Las obras tienen un presupuesto de 900.000 euros, de los que el Ministerio español de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana asumirá el 65%. Está previsto que la intervención concluya en junio.

A lo largo de las obras en la batería baja, concretamente a la altura del foso, se ha hecho un hallazgo: la aparición de un arco de ladrillo que, según los estudios, podría ser el último arco del puente durmiente que conectaba, como una pasarela, con el tablero del puente levadizo que cerraba la parte más exterior del portal de Arrotxapea. Este hallazgo ya ha sido revisado sobre el terreno por los técnicos de la Institución Príncipe de Viana. Un puente durmiente es un elemento longitudinal construido sobre el foso y en el que apoya el tablero del puente levadizo que da acceso a una puerta. El puente, formado por arcos de ladrillo y cimentado sobre el terreno, sería la parte fija de la pasarela que da acceso a la puerta, como sucede con el acceso a la Ciudadela por el puente de la Puerta del Socorro.

El Portal de Arrotxapea, eliminado a principios del siglo XX (1915) por las protestas ciudadanas sobre la accesibilidad al centro en carros y vehículos a motor por la cuesta que ahora se llama Bajada del Portal Nuevo, era una de las puertas que permeaba el recinto fortificado y permitía también cerrarlo y el cobro de los portazgos (impuestos sobre mercancías que accedían a la ciudad). Según los estudios esa puerta habría tenido una configuración gemela al Portal de Zumalakarregi, con dos puertas consecutivas en ángulo, y también habría estado dotada de los engranajes necesarios para realizar la Maniobra Derché. El escudo del emperador Carlos V, original de esa puerta, se trasladó en su momento y hoy se puede apreciar en el Portal Nuevo que realizó en 1950 Víctor Eusa.

El arco aparecido se ubica en el encuentro entre la cuesta de Santo Domingo y la calle Bajada del Portal Nuevo y para descubrirlo hicieron falta tareas de excavación.

La batería baja: cinco cañoneras

En estos momentos ya se han reconstruido con técnicas modernas, aunque respetuosas con la construcción original, los bordes de las cinco cañoneras, además de parapetos y troneras, cuyos vestigios fueron encontrados tras la retirada de la importante cantidad de vegetación que ocultaba el baluarte bajo (Corralillos). Las fábricas de sillería de esos elementos se han rematado con piedra tipo Ezkaba (calcarenita) con acabado abujardado, similar al existente y, en su parte interior, con ladrillo antiguo colocado a sardinel.

También se ha rejuntado la fábrica de piedra con la misma mezcla que se ha empleado en todo el conjunto fortificado: agua, cal, arena negra lavada de río procedente de Puent d'a Reina de Chaca y arena ocre de Andosilla. En estos momentos resta la colocación de la lámina geotextil y el rellenado con una capa de tierra vegetal, para la siembra de una pradera natural, una zona verde sostenible por su escasa necesidad de mantenimiento.

Además, se ha realizado la consolidación de elementos estructurales en la base de ese elemento fortificado recalzando la muralla y realizando aporte de material para la reconstrucción parcial de la esquina y se han recolocado los sillares removidos por las raíces de los árboles en ese espacio. La presencia de vegetación había desfigurado el perfil del elemento de forma que en algunos sitios ya no se apreciaba la configuración original.

Trabajos en la zona superior del baluarte

En estos momentos las obras siguen avanzado, especialmente focalizadas en la parte superior del elemento fortificado, el baluarte de Parma en sentido estricto. Construido a partir del siglo XVI, se encuentra ubicado entre el Archivo Real y General de Navarra y el final del Paseo de Ronda del frente amurallado de Arrotxapea, frente el edificio de Educación de Gobierno navarro.

Ya se ha realizado la limpieza de vegetación de las escarpas del baluarte (zona de lienzos del baluarte que dan al exterior del elemento), se está trabajando en la reconstrucción de las siete cañoneras presentes en ese espacio, por el mismo procedimiento, técnicas y acabado que en la batería baja.

Como en el resto de rehabilitaciones de las fortificaciones de Iruñea, la intervención supone realizar desbroce, picado de juntas y el desmontaje y consolidación de las zonas afectadas y la reposición material en donde sea preciso, para acabar con la limpieza de todos los paramentos y la colocación de iluminación.