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China dejará de usar ordenadores extranjeros para reducir su vulnerabilidad

China procederá en el plazo de dos años a sustituir los equipos informáticos de origen extranjero por alternativas producidas localmente, en un un intento de reducir su dependencia tecnológica, especialmente respecto a EEUU.

Sede en Pekín de Lenovo, una de las empresas que pueden beneficiarse de la decisión del Gobierno chino.
Sede en Pekín de Lenovo, una de las empresas que pueden beneficiarse de la decisión del Gobierno chino. (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=60725583)

China ha ordenado a las agencias gubernamentales y a las corporaciones del Estado que sustituyan sus ordenadores de marcas extranjeras por alternativas locales en el plazo de dos años, en lo que supone el mayor esfuerzo de Pekín para erradicar la influencia de tecnología extranjera en el seno de sus organismos más sensibles, según informa Bloomber.

Tras la vuelta al trabajo de las vacaciones de una semana de duración de comienzos de mayo, a los empleados se les ha comunicado que cambien sus ordenadores extranjeros por alternativas que operen con software desarrollado en China, según han explicado personas conocedoras del plan. El cambio, que ha sido ordenado por las autoridades del Gobierno central, busca sustituir al menos 50 millones de ordenadores solo en las oficinas gubernamentales.

La medida supone un paso más en la estrategia que China comenzó a implementar hace ya más de una década para sustituir la tecnología importada por alternativas locales, en busca de reducir su dependencia de rivales geopolíticos como EEUU en lo que se refiere a semiconductores, servidores o teléfonos.

Efecto en las bolsas

Las empresas más afectadas pueden ser HP y Dell, que son las que venden más ordenadores en China después de la local Lenovo. Las acciones de HP y Dell cayeron un 2,5% en la Bolsa de Nueva York el viernes, tras conocerse la decisión del Gobierno chino.

Lenovo, en cambio, dejó atrás las pérdidas para subir un 5% el viernes en la Bolsa de Hong Kong. El desarrollador de software Kingsoft también abandonó su tendencia a las pérdidas para subir un 3,3%. En las bolsas chinas, Inspur, un fabricante de servidores, ganó un 6%, mientras que su rival Dawning subió un 4%.

La apuesta por sustituir a los proveedores extranjeros es parte del esfuerzo chino para superar su dependencia tecnológica de EEUU, que quedó en evidencia tras las sanciones de Washington a Huawei, lo que tuvo efectos en empresas y negocios chinos. Esta estrategia se ha acelerado desde 2021, cuando el Gobierno chino autorizó discretamente a una organización secreta del Estado a examinar y aprobar proveedores locales en áreas sensibles, desde la nube hasta los semiconductores.

Preocupación por la seguridad

El proyecto de sustituir los ordenadores refleja también la creciente preocupación de Pekín sobre la seguridad informática, así como la confianza en el hardware local. No en vano entre los fabricantes de servidores y ordenadores portátiles más importantes del mundo se encuentran empresas chinas como Lenovo, Huawei e Inspur, mientras que desarrolladores como Kingsoft y Standard Software ha hecho rápidos en avance en software de oficina frente a empresas estadounidenses como Microsoft o Adobe.

Está previsto que la campaña se extienda en un futuro a los gobiernos provinciales.

China ha estado impulsando el empleo de productos de tecnologías de la información elaborados en el país en oficinas de la administración pública desde hace al menos una década. De este modo, ha ido eliminando progresivamente algunos productos de las listas de adquisiciones oficiales.

Frente a esta medida, empresas estadounidenses como Hewlett Packard o Microsoft crearon empresas mixtas con el apoyo del Gobierno chino para no perder este mercado.

Deficiencias que buscan superar

Este proceso se ha visto ralentizado por deficiencias en el software y los circuitos desarrollados en China, lo que ha obligado a depender de equipos importados. Sin embargo, esta situación ha cambiado en los últimos años, con el crecimiento de empresas chinas como Inspur y Lenovo en el mercado local, aunque siguen dependiendo de componentes estadounidenses como los semiconductores de Intel o Advances Micro Devices.

Se prevé que las órdenes del Gobierno chino afecten especialmente a las marcas y al software de los ordenadores, ya que otros componente como los microprocesadores son más complicados de sustituir. De este modo, China impulsará los sistema operativos basados en Linux para reemplazar el Windows de Microsoft. Standard Software, con sede de Shanghai, es uno de los principales proveedores de este tipo de herramientas.

Algunas agencias oficiales, incluidas las de seguridad cibernética, podrán seguir comprado equipos extranjeros pero necesitarán un permiso expreso del Gobierno. Esta autorización ya estaba en vigor, pero se prevé que los criterios para concederla se endurecerán en el futuro.