Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

Osasuna encaja su séptima derrota casera (0-2), lo que provoca la salvación del Mallorca

Osasuna ha sumado su séptima derrota casera prolongando un mal final tramo liguero en cuanto a resultados, lo que no le permite conservar la novena plaza y sí conservar la categoría al Mallorca.

Oier ha sido despedido por todos sus compañeros en el minuto 71.
Oier ha sido despedido por todos sus compañeros en el minuto 71. (Iñigo URIZ)

Osasuna no ha podido despedir la temporada ni a alguno de sus jugadores históricos con una victoria. A los de Jagoba Arrasate les ha faltado puntería en determinadas jugadas, no así al Mallorca que, con esta victoria, conserva la categoría, que la pierde el Granada al ganar también el Cádiz en Mendizorrotza.

El duelo se ha iniciado con la sensación de que parecía que quienes realmente se la jugaban eran los anfitriones. Ante un cuadro balear muy conservador, los de Jagoba Arrasate han llevado la iniciativa durante el prmer cuarto de hora, rondando los dominios de Reina, pero provocar demasiado peligro.

Tampoco los bermellones quienes, como mucho, han metido cierto miedo con un par de disparos desde fuera del área de Maffeo y Salva Sevilla, que no han encontrado portería (m.29). Aunque han estado a punto de complicarse la vida, y mucho, cuando la indecisión de su portero le ha dejado una pelota en el área pequeña a un Darko que, por lo inesperado, no ha podido controlarla (m.31).

A partir de ahí, el Mallorca ha estirado líneas y le ha generado más complicaciones a un Osasuna en cuyo once ha alineado a dos de los futbolistas que dicen adiós esta temporada, Oier y Ramalho. Así, ha sido a balón parado cómo los isleños han estado más cerca del 0-1.

Primero con un remate de cabeza de Muriqi a la salida de un corner (m.32) y después con una falta –que no ha sido tal– al borde del área de Salva Sevilla (m.37) que ha obligado a Sergio Herrera a meter la manopla por si las moscas.

Se han rehecho los locales para el último tramo de la primera mitad, con un Budimir que ha dispuesto hasta de tres lances seguidos para inaugurar el luminoso. Al ariete croata se le ha marchado demasiado cruzado un zurdazo rápido (m.41), Oliván se le ha adelantado por milímetros cuando ya estaba en boca de gol (m.43) y Reina le ha sacado otro remate con la izquierda ya en el tiempo de descuento.

Un 0-1 determinante

No ha tenido la misma consideración el Mallorca en el primer lance del segundo periodo. Una bonita pared entre Muriqi y Ángel la ha culminado este último aguantando la oposición de Unai García y pasando el balón entre las piernas de Herrera en su desesperada salida.

Le ha costado un buen rato a Osasuna reponerse del 0-1, a la par que le ha dado un poso lógico al rival, que se ha visto con media permanencia en el bolsillo. A base de abrir a banda y centrar, el equipo navarro ha apretado más con el corazón que con la cabeza, ante un adversario mucho más tranquilo y peligroso.

De hecho, el Mallorca ha estado más cerca del 0-2, con un disparo muy colocado de Dani Rodríguez al que ha respondido la estirada del meta burgalés (m.71), mientras los rojillos se han empeñado en poner balones en el área isleña, bien defendidos por una zaga con tres centrales.

De manera inmediata, se ha producido el momento emotivo e histórico de la despedida de Oier como futbolista rojillo, siendo sustituido por Roberto Torres. Todos sus compañeros le han abrazado sobre el césped, así como cuerpo técnico y resto de convocados, ya en el banquillo.

Jagoba Arrasate ha premiado a otros jugadores que también dicen su adiós –Iñigo Pérez– y a aquellos que, por unas razones u otras, han dispuesto de pocos minutos –Roberto Torres y Areso–, lo que casi ha coincidido en el tiempo con la segunda diana bermellona.

En otro nuevo contragolpe y con cierta permisividad defensiva, un centro desde la izquierda ha sido cabeceado con autoridad por Abdón Prats, a lo que ha respondido la buena intervención de Herrera, cuyo rechazo ha sido aprovechado por Grenier para anotar el definitivo 0-2, ante el delirio de los aficionados baleares desplazados a Iruñea.