Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

La Real baja la persiana de un buen curso con derrota, tormenta y aroma a despedidas

Los donostiarras han perdonado en la primera parte, y en la segunda el Atlético se ha adelantado con goles de De Paul y Correa. En el descuento Guridi ha marcado el 1-2 definitivo.  

Varios jugadores de la Real se despiden de la afición bajo la lluvia de Donostia.
Varios jugadores de la Real se despiden de la afición bajo la lluvia de Donostia. (Andoni CANELLADA | FOKU)

La Real ha caído derrotada en el último encuentro de la temporada. Los donostiarras han sido mejores en la primera mitad, pero siguiendo con la tónica del curso no han conseguido marcar, y en la segunda parte el Atlético no ha perdonado.

Ha sido un encuentro raro por la hora, por la falta de la tensión que genera jugarse algo realmente relevante y por el aroma a posible despedida de jugadores como Januzaj, Portu, Sorloth, Rafinha o Guridi. Habrá que ver qué sucede en las oficinas de Zubieta en los próximos días y semanas.

Muchos huecos en las gradas de Anoeta ‘gracias’ al infame horario dispuesto por la Liga, con el añadido de que el Betis jugó el viernes y los donostiarras ya sabían que no podían ascender a la quinta plaza. Finalmente han asistido 23.586 personas, algo más de la mitad del aforo. Ni tan mal.

Para redondear el esperpento, el partido se ha detenido dos veces para la denominada ‘pausa de hidratación’, con el termómetro por debajo de veinte grados y un chaparrón importante. Ni un guion de los Monty Python.  

Además, los integrantes de Bultzada no han comenzado a animar hasta el minuto 15, en protesta por los golpes que sufrieron en Villarreal a manos de la Policía española. Antes del partido han comparecido en las cercanías del estadio para denunciarlo, y en su grada han colocado una pancarta con el lema «Zaleak errespetatu», dejando Anoeta huérfano de sonido ambiente.

En el minuto 15 han ocupado su lugar habitual , entre los aplausos del resto del estadio, y su primer cántico ha sido en recuerdo a Aitor Zabaleta, muerto apuñalado a manos de un ultra del Atlético.

Tres cambios en el once

Gorosabel por Zaldua, Aritz por Zubeldia y Rafinha por Silva, que ni ha entrado en la convocatoria, han sido las tres novedades de Imanol en el once respecto a Villarreal.

La primera ocasión ha sido para Le Normand, que se ha quedado a centímetros de enviar a la red un balón que había tocado Merino en primera instancia.

Pero las dos más claras de la primera parte las ha tenido Rafinha. La primera al mandar al palo un rechace de Oblak, y la segunda al disparar fuera un mano a mano cuando lo tenía todo a favor.

Entre medias, ni Gil Manzano en el campo ni su colega Melero López en la sala VAR han visto una entrada de Reinaldo sobre Sorloth que podía haber destrozado la pierna del noruego. Otro recital de arbitraje sospechoso y exasperante para el del Colegio Extremeño. Menos mal que la Real llegaba con los deberes hechos.

El Atlético sí acierta

En el arranque de la segunda parte las ocasiones han sido para el Atlético, y este no ha perdonado. Cunha ha dado el primer aviso con un disparo que ha tocado en Le Normand, se ha envenenado y ha sido repelido por el larguero.

Poco después, De Paul ha lanzado un misil con su derecha y lo ha puesto lejos de la estirada de Remiro (0-1, 50’). En una contra Griezmann ha podido aumentar la cuenta, pero se ha topado con el meta de Cascante en el mano a mano. Los colchoneros olían la sangre ante una Real que achicaba agua como podía.

Imanol ha comenzado su carrusel de cambios, y entre medias el Atlético vendía el pescado con el tanto de Correa tras dejada de Koke (0-2, 68’).

Januzaj ha podido recortar distancias con un zurdazo después de una jugada marca de la casa, pero, cómo no, la pelota no ha querido entrar.

Al menos el choque ha terminado con buen sabor de boca, ya que en el descuento Guridi ha cabeceado a la red un rechace de Oblak tras una falta durísima botada por Januzaj.

Gil Manzano ha pitado el final y Anoeta ha despedido a los suyos con una merecida ovación. Se acabó lo que se daba, el otoño que viene «otra vez en Europa van a ver a la Real».