Las autoridades de Rusia y Ucrania han informado este miércoles del mayor intercambio de prisioneros de guerra desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, por lo que 144 militares de cada bando han sido liberados.

Según ha detallado en un comunicado la dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano, la parte rusa ha liberado a 95 prisioneros de Azovstal, la planta siderúrgica ubicada en la ciudad de Mariupol, 43 de los cuales pertenecen al neonazi Batallón Azov.

En concreto, del total de los militares ucranianos devueltos a Kiev, 59 son soldados de la Guardia Nacional; 30 de la Marina ucraniana; 28 de las Fuerzas Armadas de Ucrania; 17 del Servicio de Fronteras Estatales; nueve de la Defensa Territorial; y uno es miembro de la Policía Nacional.

De igual modo, el jefe de la República Popular de Donetsk (RPD), Denis Pushilin, ha confirmado, a través de un comunicado en su canal de Telegram, que en el intercambio Ucrania ha liberado a 144 soldados tanto de las milicias de Donetsk como del Ejército ruso.

Pushilin ha detallado que la mayoría de los soldados ucranianos devueltos a Kiev «están heridos y necesitan asistencia médica cualificada urgente», una información que las autoridades ucranianas han confirmado.

Además, Pushilin ha incidido en que su principal objetivo es «rescatar a los combatientes que participaron en la operación especial».

Un día antes, la dirección de Inteligencia ucraniana también informó, a través de un comunicado, que 16 militares «regresaron a casa desde el cautiverio», incluidos dos oficiales y 14 soldados. Asimismo, un civil también fue liberado.

El pasado 20 de mayo, Rusia informó de la toma definitiva de la planta de Azovstal, último reducto de la resistencia ofrecida por las fuerzas ucranianas en la asediada ciudad de Mariupol, situada a orillas del mar Azov, en un intento por cerrar la salida al mar de Ucrania y unir la región de Donbass con la península de Crimea, ambos bajo el paraguas del Kremlin.