
A sus 73 rodados años no hay nada que Sabina no sepa ya de este oficio de tinieblas, y de ahí lo oportuno de un documental oficial en su estrategia de regreso a los escenarios, compensando el desgaste físico y vocal con una renovación muy calculada de su estilo. En el nuevo esquema la música la pone Leiva. Esto es un negocio donde el renovarse o morir se aplica de forma quirúrgica, sin detenerse a mirar atrás para ver quiénes han caído por el camino. En la mente de todos está que la víctima número uno, lo sienta mucho o no el Sabina, es Pancho Varona.
Los medios se han puesto dramáticos y hablan de traición, de ruptura, de deslealtad, de infidelidad. No todas las parejas son para siempre, y las artísticas tampoco.
En la próximo gira por primera vez no estará, porque ya le han buscado sustituto. Pero las cien canciones que escribieron juntos, los quince discos que Varona produjo a Sabina y las cuarenta giras que compartieron profesionalmente no se pueden sustituir. A tenor de todo esto, es difícil no ver ‘Sintiéndolo mucho’ (2022) con otros ojos, seguramente más cansados.

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