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Ja Morant, sancionado con ocho partidos por exhibir un vídeo con un arma de fuego

La estrella de los Memphis Grizzlies ya ha cumplido cinco de esos partidos de sanción sin empleo y sueldo, y aunque el estado de Colorado, donde subió su vídeo, prohíbe blandir armas bajo los efectos del alcohol, una investigación ha determinado que no hay pruebas para acusarlo de delito alguno.

Ja Morant es uno de los icono de la NBA actual, pero le está tocando vivir la cruz de esa moneda.
Ja Morant es uno de los icono de la NBA actual, pero le está tocando vivir la cruz de esa moneda. (Justin FORD | AFP PHOTO)

Ser una estrella y un icono de la NBA tiene sus peajes y en el caso de Temetrius Jamel «Ja» Morant, que vive su cuarta campaña al frente de los Memphis Grizzlies aunque no cumplirá los 24 años hasta agosto, es ahora cuando le está tocando vivir la cruz de la moneda. Después de firmar una extensión contractual de 183 millones de dólares por cinco años, el jugador-franquicia de los Grizzlies recién ha conocido un castigo por parte de la NBA que lo sanciona con ocho partidos sin empleo ni sueldo por exhibir en sus redes sociales un vídeo en el que blandía un arma de fuego. Un hecho que sucedió el pasado día 4 en un local cercano a la capital de Colorado, Denver, estado en el que, para más inri, está penado legalmente esgrimir un arma bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.

Los Grizzlies recién habían perdido aquella noche ante los Denver Nuggets, y la estrella de su equipo así como uno de los mejores jugadores de la actual NBA, siendo elegido la pasada campaña en el Segundo Mejor Quinteto con medias de más de 27 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias y el sexto jugador de mayor impacto comercial de la competición, no tuvo mejor idea que publicar un vídeo de sí mismo con un arma en un club.

Aquella anécdota superó de largo la valoración como chascarrillo y desde la publicación del vídeo de marras Morant ha sido objeto de una investigación para determinar si su comportamiento era legalmente punible, al tiempo que la franquicia de Memphis como las propia NBA lo han apartado ipso facto.

Ja Morant y el Comisionado de la NBA Adam Silver tuvieron una reunión formal este miércoles, tras la cual decidió sancionarlo con ocho partidos de suspensión, que se contarán a partir del día de la publicación del vídeo.

Ni tan mal para el jugador, porque el castigo podría haber sido mucho mayor, hablando solo en el apartado deportivo –y el económico–. La cuestión es que Morant, que ya se perdió cinco partidos por decisión de los Grizzlies, terminará de descontar su sanción en los duelos contra los Miami Heat, los San Antonio Spurs y los Golden State Warriors y estará de nuevo a disposición de su equipo el próximo día 20 contra los Dallas Mavericks.

Dentro de lo que cabe, la cosa bien podría haber sido peor. Por ejemplo, el Departamento de Policía de Glendale, en Denver,  confirmaría que el incidente tuvo lugar en un club de una conocida zona nocturna, pero su investigación posterior determinó que no existían pruebas suficientes como para acusar al jugador de delito por sus actos.

«Imagen perjudicial»

Eso sí, según el régimen interno de la propia NBA, a los jugadores no se les permite tener armas de fuego cuando se encuentran en espacios derivados de su profesión, circunstancia que incluye no solo los pabellones, sino también lugares asociados a la rutina de una franquicia NBA, como pueden ser los viajes.

La NBA considera que el comportamiento de Morant es «perjudicial» para la imagen de la liga. «La conducta de Ja fue irresponsable, desconsiderada y potencialmente muy peligrosa. Tiene también serias consecuencias por su enorme cantidad de seguidores, en particular entre los jóvenes aficionados que le ven como ídolo», ha declarado de manera oficial Adam Silver.

El Comisionado de la NBA está haciendo gala de cierto paternalismo en este caso, algo muy propio de la competición en demasiadas ocasiones, y sin abandonar ese tono, ha añadido el sincero arrepentimiento del jugador, arrepentimiento que, cierto es, ha trascendido por otros canales.

«Ja manifestó su sincero remordimiento por su comportamiento y dejó claro que ha aprendido de esto y que entiende sus deberes y responsabilidad para los Grizzlies y la NBA en general», ha indicado Adam Silver.

Estas declaraciones del Comisionado de la NBA no hacen sino confirmar las propias palabras del base, publicadas a través de sus redes sociales una vez estalló el caso.

«Tomo completa responsabilidad por mis acciones. Pido perdón a mi familia, compañeros, técnicos, aficionados, colaboradores, la ciudad de Memphis y toda la franquicia», escribió para el día 5 el propio Morant en una nota, después de que su equipo lo suspendiera al menos por dos partidos, una suspensión que, como ya se ha contado, va por el quinto encuentro y seguirá hasta completar la sanción de ocho.

«Gestión del estrés»

«Me voy a tomar un tiempo para recibir ayuda y trabajar en mejores maneras de gestionar el estrés y mi bienestar en general», agregó además el jugador de los Grizzlies, toda vez que este no ha sido el único charco que lo ha salpicado en estos últimos tiempos.

En los últimos días se han alternado las imágenes filtradas en la prensa sensacionalista, que han aumentado el ruido y el escándalo alrededor de Morant, y los intentos de la franquicia y el entorno del base de mantener la situación, al menos los detalles más personales, en el ámbito de lo privado.

A este respecto, dos de los periodistas más reputados de la órbita de la NBA como son Adrian Wojnarowski y Tim MacMahon han informado de que Ja Morant ha ingresado en un programa de terapia en Florida, aunque el contacto con la plantilla –a la que el propio Morant ha calificado como «mi familia» en varias ocasiones esta campaña– es contacto y, al parecer, estrecho.

«He hablado con él, está bien de ánimo. Es un momento muy especial para él. Hay veces en las que tienes que poner tu vida primero. Por delante de todo lo demás, del baloncesto y hasta de tu familia. Es el momento en el que tiene que ponerse antes de todo y sacar ventaja de eso. Porque eso será bueno para él. El baloncesto seguirá aquí, nosotros le apoyamos, estamos con él. Él lo sabe y se hemos reiterado», declaraba hace escasos días a este respecto Tyus Jones, el base que ejerce de titular en ausencia de la estrella de Memphis, una franquicia que, en todo caso, se mantiene en la tercera plaza de la Conferencia Oeste, con un balance de 41-27, empatado con el segundo clasificado, los Sacramento Kings.

Pero que los Grizzlies funcionen en la postemporada dependen en gran medida del talento desbordante de Morant y la armonía que hasta la fecha ha mantenido la franquicia de Tennessee, y eso que los casos en los que su jugador estrella aparece vinculado con algún altercado, con y sin armas de fuego de por medio, van en aumento desde el verano.

The Washington Post reportaba el pasado mes de julio que durante un partido de baloncesto de carácter amistoso que mezclaba jugadores profesionales con amateurs, disputado en las instalaciones de la mansión de Morant en Memphis, uno de los participantes, menor de edad, denunció que el jugador NBA le golpeó de forma violenta en más de diez ocasiones tras un desencuentro durante el duelo, además de sostener que otra persona del entorno de Morant –identificado después como Davonte Pack, un aficionado que tiene prohibida la entrada a los partidos de los Grizzlies por espacio de un año- también le agredió y, en un momento dado, Morant se alejó de la escena para volver con un arma de fuego asomando en sus pantalones. El jugador de los Grizzlies prestaría declaración a la policía semanas después, mientras que el agente de Morant, Jim Tanner, manifestó que el incidente no pudo ser probado.

A finales de ese mismo mes, un agente de seguridad denunciaría al jugador por otro suceso, esta vez producido en un centro comercial de Memphis, a causa de una discusión de la madre del jugador con un dependiente en una tienda de calzado. El director de seguridad del centro comercial expuso que fue amenazado, que Morant y sus acompañantes se negaron a marcharse e incluso que uno de ellos llegó a golpearle en la cabeza.

Esta misma temporada, a finales de enero, Morant se vio involucrado en otro lance, esta vez tras un encuentro disputado en Memphis ante Indiana. Según informó el portal The Athletic, los Pacers denunciaron que su autobús fue apuntado por un láser, que sus responsables de seguridad identificaron como arma de fuego, desde una furgoneta en la que Morant se encontraba como pasajero, con el personaje de Devonte Pack nuevamente en el ajo.

El «Agente Doble Cero»

En vista de los antecedentes, ocho partidos de sanción puede sonar a pescozón infantil. Lo cierto es que uno de los mayores talentos de la NBA de la actualidad está en la picota y quien más, quien menos, se ha acordado de Gilbert Arenas, suspendido indefinidamente después de sacar un arma de fuego de su taquilla cuando era jugador de los Wizards de Washington, allá por enero de 2010, en una trifulca al parecer por deudas de juego, en el que el famoso «Agente Doble Cero» Y su compañero de equipo Javaris Crittendon terminaron apuntándose en el vestuario con sendas... al parecer descargadas.

La estrella de los Wizards de aquellos días reconocía que «fue una mala idea» tener armas de fuego en el vestuario, aunque aseguró que las pistolas estaban descargadas y que las tenía en su taquilla para apartarlas de su hijos.

El jugador fue condenado a dos años de libertad condicional, unida a la sanción de la NBA de no jugar más en toda la temporada. 2009/2010. El juez decidió no aplicar una condena de cárcel para el jugador, después de que Arenas se declararse culpable el 15 de enero de aquel año de llevar cuatro armas.