Las trabajadoras de residencias de Bizkaia, en huelga desde hace 37 días, se han concentrado este jueves ante las Juntas Generales vizcaínas, para denunciar que «el nuevo modelo de residencias» que propugna el diputado general, Unai Rementeria, «es solo propaganda», exigir «el fin del clientelismo» entre la institución foral y empresas, y reclamar mejoras en sus condiciones laborales.

ELA, a través de un comunicado, ha destacado que la movilización se ha celebrado para «denunciar la propaganda institucional» que la Diputación hace con la creación de las unidades convivenciales. «El nuevo modelo que ha impuesto está abocado al fracaso, porque perpetúa el modelo anterior, sin aumento de la ratio, falta de control público y sin garantizar un servicio de calidad», ha criticado.

Después de dos años desde la presentación del nuevo modelo, que prometía «atención personal integral, dinamización sociocultural, limpieza diaria de habitaciones, evitar la rotación de personal, horarios flexibles y personalizados», denuncian que «no hay criterios hacia la publificación ni cambios en los ratios. Perpetúa la falta de personal y el clientelismo entre Diputación y empresas privadas».

Asimismo, ELA ha censurado que, «con la ratio actual, solo se puede atender 60 minutos de atención directa a los residentes al día», y ha remarcado que, por ese motivo, el sindicato desarrolla la campaña ‘Acompáñame al menos 2 horas’, para exigir «personal mínimo presencial de atención directa, sustituciones desde el primer día, enfermería 24 horas y un aumento del 53% del personal de limpieza».

En Araba, centros pequeños

En Araba, según un informe de la Diputación sobre la situación de la red residencial, el tamaño medio de los centros es relativamente pequeño: 50 plazas en el caso de las residencias y 13,5 plazas de media en viviendas comunitarias.

La población atendida es de edad muy avanzada, ya que 8 de cada 10 residentes tiene más de 80 años y 4 de cada 10 supera los 90 años. Además, el porcentaje de personas con dependencia severa y gran dependencia (grados 2 y 3) en las residencias de Álava sobrepasa el 72%.

Este año, siguiendo modelos implantados en países como Suiza y Australia, a partir de septiembre se van a seleccionar unos indicadores de calidad en la atención que son los que se van a evaluar.