Las bolsas europeas han sufrido este viernes una nueva jornada de turbulencias debido a un nuevo episodio de miedo que ha afectado a los bancos a raíz del desplome de Deutsche Bank, líder del sector en Alemania, y cuyos títulos han caído un 8,53%, tras haber encajado pérdidas del 14,16 % a lo largo del día.
Ese desplome ha llevado al selectivo DAX40 de Fráncfort a cerrar la semana con una caída del 1,66 %, a la Bolsa española a perder el 1,98% y a la de París a regresar a las pérdidas (-1,74%), mientras que los bancos suizos UBS y Credit Suisse han cerrado con limitados descensos en la Bolsa de Zúrich después de caer más del 7% a media sesión.
El desplome de la acción de Deutsche Bank se ha producido después de que la entidad anunciara que planea amortizar 1.500 millones de dólares de deuda subordinada el 24 de mayo, antes de su vencimiento en 2028.
El banco ha asegurado que cuenta con «todas las aprobaciones reglamentarias requeridas» para esa decisión, pero esta ha causado un hondo impacto en el sector bancario, que ha entrado en números rojos tras conocerse.
En el Estado español, los dos grandes, el Santander y el BBVA, caían el 3% y el 4,43%, respectivamente; CaixaBank, el 2,95%; el Sabadell, el 4,28%; Bankinter, el 5,38%; y Unicaja, el 4,06%.
Algunos medios apuntan que desde anoche han subido con fuerza los indicadores sobre el riesgo de impago de deuda subordinada del Deutsche Bank, los denominados CDS (credit default swap).
Mensajes de tranquilidad
En la cumbre del euro que se ha celebrado este viernes en Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han insistido en defender la solidez de los bancos europeos en esta nueva jornada de fuertes caídas, al tiempo que han pedido no bajar la guardia y retomar los «esfuerzos» para completar la Unión Bancaria.
Continuarán asimismo monitorizando el sistema europeo tras las turbulencias provocadas por la quiebra de bancos como el Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos, el rescate del Credit Suisse, que también han generado las fuertes caídas en los principales bancos europeos de este viernes.
Los líderes han querido mandar un mensaje de tranquilidad. El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, que ha expresado su «confianza» en el sistema bancario, y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que, a pesar de la solvencia de la que gozan los bancos, la institución está preparada para inyectar liquidez a la eurozona en caso de que fuese necesario.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, por su parte, ha afirmado desde Bruselas que Deutsche Bank es «una entidad rentable que ha modernizado su modelo de negocio» por lo que «no hay razón» para estar preocupados.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha afirmado este viernes que los fundamentos de los bancos europeos son «sólidos y podemos felicitarnos por las exigencias de nuestra reglamentación en la materia. Hemos aprendido de crisis pasadas y la eurozona es hoy la zona donde los bancos son más sólidos».
En su intervención tras la reunión, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha celebrado que Europa haya aprendido y extraído lecciones de la crisis financiera, que considera que sirvió para estar «más preparados», al tiempo que ha defendido un Fondo de Garantías que sea «común» y que vaya más allá de las reformas nacionales y ha asegurado que así se lo ha planteado a sus pares, ya que considera que esto evitaría el «riesgo de fragmentación».
Por su parte, la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha admitido que «por supuesto, la situación varía», pero confía el «salir adelante y avanzar», mientras que ha confirmado el mensaje de Lagarde de que el BCE seguirá adelante con la subida de los tipos de interés: «Continuará como estaba previsto, no hay nada diferente en el horizonte».