
La pantalla gigante de la Plaza de Castillo de Iruñea ha caído mientras miles de aficionados aguardaban para ver la final de Copa que están disputando Osasuna y Real Madrid.
Apenas ha resistido para pitar al rey y al himno español pues en seguida se ha desplomado al suelo. Con suerte, quizás no han visto el gol tempranero de Rodrygo, que ha esfumado en seco el sueño rojillo.
Un periodista ha resultado herido pero no reviste gravedad.

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