Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Una película de superhéroes para meter a la Real en las semifinales de Copa

Los donostiarras vuelven a imponerse en Balaídos con una buena actuación coral certificada por los goles de Míster Fantástico Oyarzabal y el debutante Spiderman Becker. El Celta ha recortado distancias en el descuento (1-2).

Becker y Oyarzabal celebran el tanto marcado por el atacante neerlandés, que ponía el 0-2 en el marcador de Balaídos.
Becker y Oyarzabal celebran el tanto marcado por el atacante neerlandés, que ponía el 0-2 en el marcador de Balaídos. (LA OTRA FOTO)

La Real volverá a las semifinales de Copa. Será la segunda vez en cinco temporadas. Desde que Imanol tomó las riendas el mensaje cambió, no hay competiciones más importantes que otras y este es el camino más accesible para conseguir un título. A finales de enero, este equipo está sexto en Liga, en octavos de Champions tras imponerse en su grupo y entre los cuatro mejores en el torneo del KO. Son un grupo de superhéroes para una afición que está viviendo años de gloria.

El de Orio, como ya se sabía, ha sacado a toda su artillería, con Remiro bajo palos y sus dos baluartes habituales en el centro de la zaga; Zubeldia y Le Normand. En las bandas ha repetido el potrillo Jon Aramburu tras sus buenos 45 minutos del sábado, y Tierney en la izquierda de parte del lesionado Aihen. Sus compañeros han salido a Balaídos con una camiseta en apoyo del de Etxauri.

Imanol ha retomado el 4-4-2 de sus orígenes, con el recuperado Zubimendi cubriendo las espaldas de Merino, Brais y Oyarzabal, mientras que el debutante Becker y André Silva ocupaban la dupla de ataque. El internacional por Surinam ha completado 77 minutos muy ilusionantes, aportando velocidad y oficio, dos cualidades que ha mostrado en su primer gol con la camiseta blanquiazul.

Gol tempranero

La eliminatoria se ha puesto de cara rápidamente. Se habían cumplido poco más de 60 segundos cuando Tierney ha lanzado un saque de banda al corazón del área, al estilo Premier. La zaga del Celta ha despejado mal, Merino ha centrado y en boca de gol Oyarzabal solo ha tenido que empujarla de cabeza.

El de Eibar no será el más rápido al este del Misisipi –como se comprobó el pasado sábado en una contra–, pero vive con la caña a punto. Un tanto parecido al que marcó hace unas semanas en San Mamés. Siempre en el sitio adecuado, Míster Fantástico.

El gol tempranero no ha cambiado el guion. El Celta, con muchos jugadores no habituales, aguardaba algún robo para pillar a los donostiarras fuera de sitio. El poco peligro venía de las botas realistas, que controlaban sin apuros.

Otra lesión muscular

Lo más reseñable ha sido una nueva lesión muscular de Tierney, sobre la media hora. Demasiados problemas físicos como para plantearse su fichaje. El recién llegado Javi Galán, cuya cesión desde el Atlético de Madrid se hará oficial este miércoles, va a tener muy pronto la oportunidad de estrenarse. Pero hoy tocaba improvisar. Imanol ha pasado a Aramburu a la izquierda y ha metido a Aritz Elustondo en el lateral derecho.

Tras el descanso, Zakharyan ha entrado por un André Silva al que le está costando cuajar. El ruso se ha situado en el mediocampo y Oyarzabal ha adelantado su posición.

Carrera y remate

El Celta, obligado por el marcador, ha salido más agresivo. Tocaba aguantar el chaparrón, porque la oportunidad de rematar la faena iba a llegar antes o después. Y así ha sido. Con los gallegos metidos en campo rival, Brais ha lanzado a Becker en largo y el atacante se ha plantado solo ante Iván Villar, al que ha batido con un derechazo ajustado al palo (0-2, 65’). Primera celebración al estilo Spiderman, que no sea la última.

El trabajo estaba hecho. Pacheco ha entrado como tercer central, volviendo al esquema de hace tres días. Los locales querían apretar. Esta Real es normalmente un búnker cuando llueven balones en su área, pero un mal despeje del central de Elizondo ha permitido a De la Torre recortar distancias en el 91. Quedaban 4 minutos, suficientes para un amago de infarto, pero al final no ha habido que lamentar males mayores. Las semifinales, a doble partido, aguardan en febrero.