Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Goia recuerda que el convento de Kristobaldegi está en «zona inundable», lo que limita sus usos

La asociación vecinal Lanberri, de Txomin Enea, ha iniciado una recogida de firmas para que el Ayuntamiento compre a las monjas el edificio y los terrenos, a fin de que sean destinados a algunos de los equipamientos públicos de los que aún carece el barrio.   

Comparecencia de la asociación vecinal Lanberri ante los edificios de Kristobaldegi.
Comparecencia de la asociación vecinal Lanberri ante los edificios de Kristobaldegi. (LANBERRI AUZO ELKARTEA)

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha recordado este martes que «la mayor parte» de los terrenos del convento de Kristobaldegi, en el barrio de Txomin Enea, se encuentran en «zona inundable», lo que supone una «gran limitación» a sus posibles usos, en respuesta a la campaña de firmas iniciada por la asociación vecinal Lanberri para reclamar «equipamientos públicos».

El edificio original fue construido en 1860 en la vega del Urumea, y seis años más tarde se asentaron en el mismo las primeras monjas. que abrieron un colegio para niñas que se mantuvo activo hasta 1966. Hace una década, cuando se afrontó la regeneración de esta zona, el viejo edificio quedaba en la zona inundable diseñada para absorber las posible crecidas del río. Por tanto, se contruyó un edificio anexo pero en la parte alta del terraplén, para dar cabida a las monjas que aún quedaban.

El pasado abril, la congregación de las Franciscanas Concepcionistas Descalzas decidió trasladar a otros conventos a la media docena de religiosas residentes, y puso a la venta los edificios –el viejo y el nuevo– y los terrenos, que ofreció en primer lugar al Ayuntamiento y a la Diputación.

La pasada semana, Lanberri puso en marcha una recogida de firmas para que Kristobaldegi se utilice para fines públicos. «Se trata de un edificio recientemente renovado y con enormes posibilidades para ubicar numerosas infraestructuras: casa de cultura, haur txoko, centro de mayores, huertos comunitarios…».   

Dinero del barrio para Hondalea

El vecindario de este barrio, buena parte del cual es de nueva construcción, ha denunciado en reiteradas ocasiones que las viviendas no han venido acompañadas de las correspondientes dotaciones culturales o deportivas necesarias. Incluso han criticado la falta de inversiones para completar las aceras o colocar farolas, mientras que «1,6 millones de euros asignados al barrio» se destinaban «a la escultura de la isla de Santa Clara».

Eneko Goia, preguntado por los periodistas, ha manifestado que aún no se les ha dado «ninguna respuesta» a las monjas. «Lo que el Ayuntamiento está haciendo es hablar con la Diputación, porque puede que tenga cierto interés en alguna parte de lo que es ese convento», ha explicado.

Ambas instituciones están analizando «de forma conjunta» las «posibilidades y las necesidades que se podrían cubrir con esa infraestructura», pero ha recordado que «la mayor parte del convento está en zona inundable» y que por eso se tuvo que construir un ala nueva para que vivieran las religiosas.

Mientras, los vecinos temen que «se abra en el convento de Kristobaldegi un hotel o un proyecto orientado al turismo, o que se abra algún negocio privado que no esté relacionado con las necesidades del barrio».