
Antes de iniciar otra temporada europea, las urgencias ligueras ya llaman a la puerta de la Real. Su pobre rendimiento de resultados en el campeonato doméstico –cuatro puntos de dieciocho posibles–, el peor comienzo de Imanol en el banquillo txuri-urdin, le obligan a enmendar la plana en Valladolid.
Y, por estadística, Zorrilla no parece el mejor escenario. El conjunto guipuzcoano solo ha ganado en una ocasión en las últimas nueve oportunidades que ha visitado el feudo blanquivioleta y hace casi dos años –22 de octubre de 2022– perdió por 1-0.
Obligado por traspasos y lesiones, la Real está acusando dichas ausencias y la necesidad de incluir en su once a un buen número de futbolistas con un futuro esperanzador, pero a los que queda por delante la tarea de acoplarlos como bloque.
La falta de acierto –solo tres goles en seis partidos– está siendo una de las principales rémoras de un equipo que siempre se ha caracterizado por su potencial ofensivo, pero al que en estos momentos le está costando un mundo ver portería.
Enfrente tendrá un adversario que ha encajado nada menos que diez tantos en sus dos últimos enfrentamientos, lo que hace pensar que los pucelanos saldrán ante la Real con muchas precauciones defensivas.
Con el partido frente al Niza en el horizonte y habiendo jugado el pasado martes, parece razonable que Imanol incluya algunas rotaciones en su equipo inicial, mediatizadas por la disponibilidad de plantilla que tiene ahora mismo.
Además, los recién llegados comienzan a hacerse un hueco. Sucic, que fue de menos a más contra el Mallorca, jugó todo el partido y Oskarsson dispuso de minutos en el segundo periodo para dejar algunas pinceladas de por qué el club txuri-urdin pagó 20 millones al Copenhage.
También el Valladolid se verá obligado a dosificar a su once, pues va a disputar tres encuentros en apenas seis días, una locura más del calendario de este fútbol moderno, a lo que hay que sumar la dificultad añadida de ser un recién ascendido.
Todo apunta a que el uruguayo Paulo Pezzolano recuperará la línea defensiva de cuatro, entre otras razones porque el experimento con una zaga de cinco ante el Celta no funcionó y por la expulsión de Mario Martín, que será baja para el duelo.
Imanol: «Un reto más»
Imanol ha calificado de «un reto más» el poder ganar en Valladolid, ya que nunca ha conseguido vencer allí en las tres visitas anteriores. «Tengo muy malos recuerdos de Zorrilla, pero con esta plantilla sé que ese tipo de partidos no se van a dar. Podremos jugar mal o no generar ocasiones, pero no daremos la última imagen que se dio allí», ha asegurado.
Sin pelos en la lengua, ha indicado que «es complicado con cuatro puntos que yo venga aquí a vender no sé qué moto. En este tiempo, hayan venido bien o mal dadas, no he hecho otra cosa que trabajar».
Ha reconocido que «algunos jugadores no están en su mejor versión», lo que le obliga a darle muchas vueltas a la alineación. «A eso hay que sumar que jugamos cada tres días, lo que complica más las cosas», ha incidido.
Pese a ello y al mal arranque liguero, se ha mostrado tranquilo. «Sé que cada vez que diga algo se puede pensar que, aunque lo haya dicho, transmito otra cosa. Estoy muy tranquilo, no hay fachada. Tengo la conciencia tranquila y estoy más ilusionado que nunca», ha reflexionado.
Sobre el Valladolid, el entrenador oriotarra ha resaltado que «es muy valiente con balón, con jugadores que compiten muy bien, aunque al igual que nosotros, no tienen puntos» en este inicio liguero.

Diez bandas navarras rinden homenaje al trovador Fermin Balentzia con un disco tributo

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

«Espainolisten oldarraldiaren aurrean» independentziaren alde agertu dira ehunka gazte Bilbon

La autopsia confirma el crimen machista en Barakaldo; detenido un hombre de 27 años
