NAIZ

Donostia cierra sus albergues sin dar solución a una persona sin hogar enferma

Una denuncia trasladada a NAIZ incide en la desatención del Ayuntamiento de Donostia a personas sin hogar, al margen de la cuestión de las cenas prohibidas en Egia. Un usuario ha sido dejado fuera de los albergues, y sin alternativa, por una enfermedad.

Personas sin hogar demandan la apertura del albergue La Sirena en Donostia, hace ahora un año.
Personas sin hogar demandan la apertura del albergue La Sirena en Donostia, hace ahora un año. (Andoni Canellada | Foku)

Una manifestación denunciará este domingo en Egia, a las 18.00, el veto municipal a Kaleko Afari Solidarioak en este barrio. Pero en este contexto NAIZ ha recibido además un testimonio que incide en la desatención que sufren las personas sin hogar en la ciudad. Se trata del caso de un hombre que ha sido dejado en la calle, sin alternativa alguna, tras haber contraído una enfermedad contagiosa.

Según la información trasladada a este medio por personas que han atendido el caso, en días pasados un usuario de uno de los albergues de Donostia acudió a las oficinas del Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS) para comunicar que había sido diagnosticado de sarna por su médico unas horas antes y que debía comenzar un tratamiento lo antes posible.

Ya se le había facilitado la medicación correspondiente, además de varias medidas a seguir para evitar contagios: lavar toda su ropa a más de 60 grados, evitar contacto directo con otras personas...

Dado que el albergue que utilizaba esta persona no tiene habitaciones individuales sino abiertas con separación solo por cortina, además de otros espacios compartidos, se planteó la opción de derivarlo a otro centro de atención que sí posibilitara cumplir esas medidas de precaución.

Sin embargo, el Servicio Municipal de Urgencias Sociales desestimó esa posibilidad aludiendo a falta de disponibilidad, según han explicado a NAIZ. La consecuencia ha sido que esta persona enferma tendrá que pernoctar en la calle, denuncian, con el riesgo consiguiente de contagio para los transeúntes.

«¿De verdad no existen recursos públicos para solucionar esta situación?», se preguntan.