
Como hizo el entrenador Vicente Moreno, natural de Massanassa, una de las localidad masacradas por la DANA, el futbolista Rubén García puso rumbo a su tierra nada más concluir el partido contra el Valladolid del pasado 2 de noviembre. Habían pasado entonces solo cuatro días desde la sacudida y encontró un panorama desolador, según ha contado este lunes en ‘El saque de Kosner’, un podcast de los canales de Osasuna.
Hoy hemos hablado con Rubén García en 'El saque de Kosner'.
— C. A. OSASUNA (@Osasuna) November 11, 2024
El jugador rojillo nos ha contado cómo fue su experiencia ayudando en las zonas afectadas por la DANA la pasada semana.
Primero ha querido explicar su decisión: «Cuando ví lo ocurrido, estaba en casa y no me sentía bien. Soy una persona que intenta transmitir energía desde las 8 de la mañana, cuando algunos llegan a entrenar con el ojo tuerto, pero esos días no estaba, no estaba bien, mi cuerpo me decía que no tenía que estar en Pamplona. Podía haber sido mi pueblo perfectamente o podía haber sido yo quien tuviera esa catástrofe en mi casa. Es la zona donde me he criado, iba a jugar con la selección valenciana a esos campos….»
Así que cuando concluyó el choque de liga de ese sábado en El Sadar sondeó la posibilidad de desplazarse a ayudar en lo que pudiera, aun a sabiendas de que «teníamos partido de Copa [tres días después, en Chiclana], venía de una lesión... Pero obviamente, si alguien lo podía entender era el míster y enseguida me dijo que hiciera lo que creyera conveniente».
«Lo primero ue llamar a mi hermano, que estaba ahí desde el segundo día. Me dijo que hacía falta agua sobre todo y productos de higiene. Cargué en una tienda de Pamplona, que se portaron genial, y para abajo. No sabía lo que me iba a encontrar», ha narrado.
Preguntado por qué le impacto más al arribar a València, ha dicho que «sin duda, la sensación de haberse sentido solos, con mucha incertidumbre, no haber sabido qué hacer…». Ha apuntado que al llegar aquel domingo todavía había pocos militares, algunos bomberos trabajando en garajes, pero «echaban en falta gente que les diese seguridad». Notó «desamparo y miedo en la mirada».
Ha explicado que muchos habían perdido su casa y que los locales de las fallas eran las zonas de encuentro para intentar consolarse y organizar las tareas. Sintió necesidad de reconfortarse dentro del absoluto drama: «La gente estaba superagradecida, muchos no necesitaban ya nada de comida pero valoraban cualquier cosa, un poco de dulce..»
A nivel anecdótico, el 14 rojillo no quiso dar publicidad a su acción (su ausencia en Chiclana se camufló como baja técnica), pero fue su propia madre quien se saltó sus deseos y difundió su participación en las tareas de ayuda, que acabó haciéndose viral.
Ruben garcia también vino con una furgoneta llena de ayuda …Después del partido y ahí sigue ayudando
— rosa santos molto (@rosasantosmolto) November 4, 2024
Graciassss pic.twitter.com/L2PJJu36M8
Ha querido agradecer las facilidades de Osasuna, «que no me han sorprendido porque conozco la predisposición del club hacia estas causas». De hecho, Vicente Moreno ha vuelto a bajar a València para acompañar a los suyos en la crítica situación creada por las inundaciones. Viajó tras el partido del sábado en Madrid y es su segundo, Dani Pendín, quien dirige los entrenamientos de estos días.

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