Los gobierno español y de Lakua han mantenido este jueves de forma telemática una reunión técnica para tratar de definir distintos aspectos relativos al traspaso de los permisos de trabajo para inmigrantes. La decisión política está tomada, pero ahora queda entrar en los detalles, que según algunos políticos conocedores de los procesos de negociación de transferencias suelen ser los más difíciles.

Tras la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias celebrada el pasado 16 de diciembre, la consejera María Ubarretxena anunció que el traspaso de la competencia de permisos de trabajo para personas extranjeras se cerrará en las próximas semanas: «La previsión es que podamos empezar a tramitar los primeros permisos de trabajo desde Euskadi en 2025».

Y el lehendakari, Imanol Pradales, afirmó el lunes que la decisión política está tomada, las conversaciones «van por bueno camino» y que faltan unos «flecos técnicos que espero que se solucionen esta semana», en referencia a la reunión de este jueves. Pero finalmente no han podido cerrarse.

Agilizar los procesos

Antes de la reunión telemática de hoy entre ministerios y consejerías, el viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui, confiaba en que una vez que la CAV asuma esta competencia se agilicen los procesos para las autorizaciones de los permisos de trabajo a personas extranjeras.

Desde el Ejecutivo de Lakua se estima que tendría que gestionar al año unas 7.000 solicitudes. Entre los datos tenidos en cuenta está que hay de 4.000 a 6.000 personas extranjeras que ya están en formaciones previas de Lanbide o que reciben la Renta de Garantía de Ingresos.

En la actualidad, la mayoría de esas personas están condenadas a trabajar en la economía sumergida, porque una vez formadas no cuentan con el permiso de trabajo necesario para hacerles un contrato.

En principio, la estimación del Gobierno de Lakua es que, una vez asumida esta competencia, se puedan empezar a tramitar los primeros permisos de trabajo desde la CAV en 2025. El viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui afirmó en su momento que «esto nos permitirá generar algunos procesos en base a las necesidades del mercado laboral de una forma más ágil».

Se podrán gestionar las contrataciones de origen y en las ocupaciones con difícil cobertura en «sectores tensionados como transporte, hostelería o empresas de manufactura», según detalló Gurpegui, que también apuntó la necesidad de cubrir puestos de «alta cualificación». Según sus cálculos hay unas 100.000 personas buscando empleo en la CAV.