
«Con un firme compromiso con nuestros ciclistas, personal y valiosos socios, se ha tomado la decisión de cambiar el nombre y la imagen del equipo, alejándose de su actual identidad israelí». Así lo ha anunciado el equipo ciclista Israel Premier Tech, que se encontraba entre la espada y la pared a raíz de las protestas desatadas durante la pasada Vuelta. Unos hechos que, a la luz de la noticia, han dado resultado.
El equipo, que tenía un panorama más bien negro de cara a 2026, ha emitido un comunicado este lunes en el que ha anunciado que el proyecto, que el próximo año debería estar en la máxima categoría ciclista, cambiará de «nombre e imagen», además de que ya no estará guiado por el sionista y socio de Benjamin Netanayhu Sylvan Adams.
Según apunta el texto, «Adams ha decidido retirarse de su participación diaria y ya no hablará en nombre del equipo, centrándose en su rol como Presidente del Congreso Judío Mundial de Israel». El canadiense-israelí viajó hasta la Vuelta para apoyar al equipo. De hecho, viajó en el coche del director deportivo navarro Óscar Guerrero durante la etapa de Bilbo, que se tuvo que suspender debido a las protestas.
«En el deporte, el progreso a menudo requiere sacrificio, y este paso es esencial para asegurar el futuro del equipo», subraya el comunicado. Los problemas se le acumulaban al equipo. Tras las protestas de la pasada Vuelta, diversas clásicas italianas que se están celebrando estos días sacaron al equipo de sus pruebas; los mejores ciclistas de la plantilla se marchan y la situación del equipo hace imposible fichar; y patrocinadores como Factor, el proveedor de material del equipo, exigió eliminar el nombre de Israel y cambiar la bandera para seguir en el proyecto.
Al final, al equipo no le ha quedado otra que aceptar. Y es que el próximo 15 de octubre se agotaba el plazo para presentar la documentación ante la UCI.
«Increíblemente difícil»
«El equipo se enorgullece de sus logros en la carretera, pero aún más de la cultura que ha construido en su interior. Esta cultura ha sido la base que le ha permitido superar los desafíos de los últimos meses, apoyando firmemente a nuestros ciclistas y personal durante un período increíblemente difícil», apunta el texto, sin citar expresamente las protestas. «A lo largo de este tiempo, los propietarios y la dirección del equipo han reconocido la necesidad de un cambio», añaden. Algo a lo que, en un principio, se oponía Adams, que ha terminado abandonando el barco.
«Es, y siempre ha sido, un proyecto deportivo», insisten, aunque los propios cambios puedan sugerir otra cosa.
Adams decidió fundar el equipo de ciclismo profesional Israel Cycling Academy (que más tarde se renombró Israel Start-Up Nation y ahora Israel-Premier Tech) en 2015. Adams no solo financió el equipo, sino que lo mueve por el planeta como una vitrina para el país, particularmente en el mundo del ciclismo. Sin embargo, el lavado de imagen se le volvió en contra desde la pasada Vuelta, donde se aprovechó la presencia del equipo para protestar contra el genocidio y donde la bola se ha hecho más grande, llegando a cuestionarse la presencia de Israel en las competiciones de fútbol o en Eurovision, entre otros casos.

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