
Israel apenas ha tardado unas horas desde la pomposa firma del «acuerdo de paz» en Egipto en empezar a incumplir lo pactado, siguendo el precedente del acuerdo en Líbano. El Ejército israelí mató ayer a al menos seis personas en el barrio de Shujaia de Ciudad de Gaza y lo justificó afirmando que habían traspasado la «línea amarilla» del acuerdo de alto el fuego.
Se trataba de personas que estaban intentando llegar a sus casas para verificar su estado, tras ser desplazadas por los ataques de Israel para tomar Ciudad de Gaza.
La ocupación de más de la mitad de la Franja por tropas israelíes con drones, tanques y blindados mantiene el riesgo letal para la población. Más aún cuando no se ha explicado por dónde discurre exactamente dicha línea salvo en un mapa muy poco detallado que no hace posible saber sus límites.
Según la Defensa Civil, las personas atacadas se encontraban dentro de la zona donde no deberían estar ya las tropas, cuyos disparos impactaron en el hospital Al Ahli.
A la vez, la búsqueda entre las ruinas de Gaza sigue elevando el número de víctimas mortales registrada. Ayer se recuperaron 44 cadáveres más.
Israel también incumple lo acordado sobre el acceso de la ayuda y trata de prolongar el sufrimiento de la población al mantener cerrado el cruce fronterizo de Rafah, aduciendo que Hamas no había entregado todos los cuerpos de los prisioneros muertos.
La resistencia palestina había entregado cuatro cadáveres el lunes y ayer llevó otros cuatro a la Cruz Roja. Subrayó que está realizando esfuerzos para cumplir con lo acordado. Quedan aún los restos de otros 20, pero el propio acuerdo evita poner un plazo y reconoce la dificultad de encontrarlos bajo las ruinas que ha dejado el Ejército israelí.
También la Cruz Roja y el propio Donald Trump apuntaron este problema que Israel aprovecha para limitar el acceso de ayuda. Está previsto que un equipo de trabajo internacional ayude a recuperarlos.
Ayer Trump se sumó a la presión israelí. «Se ha aliviado un gran peso, pero la obra no ha terminado. ¡Los muertos no han sido liberados como se prometió!», declaró el presidente estadounidense en su plataforma Truth Social.
Israel entregó ayer 45 cuerpos de palestinos fallecidos que estaban en manos de las fuerzas israelíes. El diario «Haaretz» estimó el año pasado que retenía los cuerpos de unos 1.500 palestinos muertos en la base militar de Sde Teiman, incluidos decenas de niños.
Tampoco por el norte está entrando mucha ayuda e Israel cerró también ayer el cruce de Kerem Shalom supuestamente por una festividad religiosa judía. La destrucción de almacenes y carreteras dificulta la circulación de camiones, así como guardar la ayuda que llega.
Las autoridades palestinas se enfrentan a la necesidad de abrir calles y no cuentan con materiales de construcción ni piezas de repuesto. La maquinaria y el material esperan también en Rafah.
La primera fase del plan de alto el fuego contempla, entre otros puntos, la apertura de todos los cruces y la entrada de unos 600 camiones de ayuda humanitaria a diario en Gaza. Israel solo permitirá la entrada de 300 como castigo por la cuestión de los cadáveres, una cifra muy lejos de las urgentes necesidades de los palestinos.

Unicef, que subrayó la urgencia de que se abran las entradas, tiene 1.300 camiones preparados para entrar con alimentos, material para tuberías de agua y medicamentos.
Mientras tanto,Hamas amplía su presencia en zonas de la Franja de las que se ha retirado el Ejército israelí y trata de someter a las bandas armadas apoyadas por Israel. El fin de semana hubo al menos 27 muertos en choques con el clan Dogmush, y ayer durante varias horas se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad palestina y miembros del clan Hilles. Además, Hamas difundió un vídeo de la ejecución sumaria de supuestos colaboradores.
La ONU calcula que la reconstrucción de la Franja de Gaza, un territorio destruido casi por completo, requerirá al menos 70.000 millones de dólares, de los cuales 20.000 millones deben ser invertidos en los próximos tres años para hacer viable la vida.
En esta situación, los palestinos tratan de recuperar sus vidas entre las ruinas. Más de medio millón de personas han regresado a Ciudad de Gaza, donde Defensa Civil advierte del riesgo de explosivos y edificios con estructuras inestables.
Más del 80% de las viviendas están dañadas o destruidas, numerosos hospitales no funcionan y los problemas de desnutrición persisten.
Trump amenaza con un desarme «violento» de Hamas
Después de anunciar «el fin de la guerra», «una nueva era en Oriente Medio» y la reconstrucción de Gaza, el presidente de EEUU, Donald Trump, evidenció el vacío que su acuerdo deja sobre el futuro de los palestinos y el papel de Hamas. «Si no se desarman, los desarmaremos. Sucederá rápidamente y quizás con violencia», declaró Trump, que se limitó a hablar de un plazo «razonable» para este desarme, sin más detalles.
Eludió, además, el tema del Estado palestino. «No voy a hablar de un solo Estado ni a un doble Estado ni a dos Estados; nos referimos a la reconstrucción de Gaza. Habrá que ver. No he comentado nada al respecto», afirmó. El mes pasado, Trump se refirió al impulso de la solución de dos Estados como una «recompensa» para Hamas, siguiendo el argumentario sionista. Además ayer reconoció que no puede garantizar que la paz en Gaza vaya a mantenerse, pero afirmó que luchará «con quien haga falta».

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