La creación de un museo memorial como «ruptura de los valores antidemocráticos que encarna» es lo que plantea el comité de expertos de cara a la transformación del Monumento a los Caídos de Iruñea. Una fórmula que considera más apropiada que el derribo, ya que su eliminación «favorecería la memoria de los perpetradores, en cuanto destruiría pruebas de lo ocurrido».

La presentación del informe del citado comité este jueves ha sido especialmente solemne, ya que ha tenido lugar en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Iruñea y en presencia de buena parte de los 14 especialistas que han participado en la redacción del mismo.

El primero en tomar la palabra ha sido el alcalde, Joseba Asiron, quien ha reconocido que el tema de Los Caídos es «complejo, ya que se trata de un símbolo cargado de dolor y controversia», y que «ha ejercido un dominio simbólico sobre la ciudad».

Tras afirmar que «dejarlo como estaba no era una opción», ha señalado que «abrimos una nueva etapa en la historia de un monumento que supondrá una ruptura con los valores que encarnó y que advertirá sobre el resurgir de los fascismos».

Supone la «desaparición» del monumento

De explicar el contenido del informe se han encargado tres de los expertos que lo han elaborado. Así, Fernando Mendiola Gonzalo, director del Fondo Documental de la Memoria Histórica en Nafarroa de la UPNA, ha destacado que lo que se plantea «supone la desaparición del Monumento a los Caídos», que pasará a convertirse en un museo memorial, «en un espacio de memoria democrática y antifascista; de ser una exaltación de los victimarios a una denuncia de los crímenes; de una exaltación de la guerra a una promoción de la cultura de la paz».

Dentro de las actuaciones previstas, el comité considera conveniente la construcción de un edificio o edificios anexos, «que compongan junto al actual inmueble un conjunto arquitectónico coherente», en el que desarrollar diversas actividades temporales.

Además, contará con una exposición permanente estructurada en tres ejes. Según ha explicado Mendiola, uno estaría vinculado a la propia historia del edificio; otro se centrará en el victimario, la construcción del concepto de ‘caídos’ y la realidad de las víctimas del franquismo, y un tercero, «sobre la cultura de guerra en torno al concepto de cruzada y los daños de las culturas políticas belicistas, fomentando una cultura de paz».

El informe también plantea que el museo sea «una herramienta educativa de primer orden, a modo de laboratorio de conciencia democrática», además de ofrecer «dispositivos de memoria para ser usados y apropiados por cualquier grupo social».

Otro de los autores del informe, el filósofo e historiador Cristian Dürr, quien trabaja para el Memorial de Mauthausen en Austria, ha puesto el acento en «tres actuaciones claves» en este proceso de transformación. En concreto, articular mecanismos para la participación ciudadana, «dar acceso a la ciudadania con visitas durante ese proceso» y realizar «un registro arqueológico-arquitectónico del edificio con todas sus transformaciones».

La «violencia simbólica» de la cúpula

Esa resignificación tendría como uno de sus objetivos principales la cúpula y el tambor del edificio, según ha destacado Nuria Ricart Ulldemolins, directora del Grupo de Investigación Arte Público, Memoria y Patrimonio. Ricart ha reconocido que se trata de «un reto enorme», ya que la cúpula ejerce «una violencia simbólica», al igual que las pinturas que alberga, y todo ello en un conjunto «enormemente radioactivo y de confrontación».

Por estos motivos, en el informe se plantea que la cúpula y el tambor «pierdan protagonismo, tanto hacia el exterior como hacia el interior», y el comité propone como estrategias «el uso de encapsulado, tragaluz, arquitectura-imagen, mirador o espejo».

También se contempla la eliminación de las arquerías y la retirada de los mármoles con los listados de ‘caídos’ y otras inscripciones.

Sobre este conjunto de propuestas, el alcalde ha recordado que son «una primera reflexión, estrategias que luego en el concurso habrá que desarrollar». En relación con el concurso de arquitectura que deberá definir esas posibilidades, ha detallado que arrancaría a principios de noviembre, se desarrollaría durante tres o cuatro meses y en el primer semestre de 2026 «tendría que estar resuelto».

«Solo blanquea el sepulcro»

Antes de que se presentara el informe del comité de expertos, la Agrupación de Asociaciones Memorialistas por el Derribo de Los Caídos se ha mostrado especialmente crítica con el mismo al afirmar que ese estudio «solo sirve para blanquear el sepulcro».

Varias personas se han concentrado ante el Ayuntamiento de Iruñea portando una pancarta con el lema ‘Caídos ¡¡derribo ya!! Eraitsi orain!!’, mientras sus portavoces, Koldo Amatria y Yolanda Anso, explicaban a los medios, en euskara y castellano, que «tenemos muchas dudas» de que el expediente por el que se constituyó el comité «no tenga irregularidades». Y han anunciado que están estudiando «un posible recurso al TAN».

Ante lo que han calificado de «imposición del Tripartito para mantener Los Caídos», han vuelto a llamar a la sociedad navarra a participar en la manifestación por el derribo del monumento que tendrá lugar el próximo 8 de noviembre en Iruñea.