Daniel   Galvalizi
Periodista

El ‘boom’ Vox: una realidad amplificada por el sistema electoral y la división de la izquierda

El ascenso de la extrema derecha en las encuestas lo ubica en récord de escaños y con una mayoría holgada de derechas. Sin embargo, la base del CIS muestra que en votos absolutos los dos bloques están en empate técnico. Una compleja suma de factores proyecta un retrato que favorece a Abascal.

Feijóo y Abascal, líderes de PP y Vox, en una reunión en el ciclo de investidura de 2023.
Feijóo y Abascal, líderes de PP y Vox, en una reunión en el ciclo de investidura de 2023. (Eduardo Parra | Europa Press)

Un axioma en el mundo de los analistas de demoscopia es que ninguna empresa encuestadora privada tiene la capacidad del CIS para dar datos más exactos de la temperatura sociológica del Estado español. Es la muestra no perfecta pero sí la mayor, y por eso muchos utilizan los datos de sus preguntas cualitativas. Pero las estimaciones actuales, eso conocido como ‘la cocina de Tezanos’ debido a su actual director, han quitado cierta credibilidad en lo que hace a la exactitud de sus números.

Eso no quita para que su base de muestra sea la más amplia y muchos analistas y encuestadores la usen. Uno de ellos es el politólogo y analista Daniel Guisado, quien hizo una reestimación (a la que tuvo acceso NAIZ) de porcentajes de votos y escaños con la base del último CIS publicado el 19 de noviembre. 

Según esos datos, el PSOE de Sánchez ganaría las elecciones con 28,6%, seguido del PP de Feijóo (26,8%) y con un Vox en 20,7%, en un muy consolidado tercer lugar y mucho más cerca del segundo que del tercero. Sumar de Yolanda Díaz quedaría en 7%. Podemos estaría en 3,8% y la plataforma de Alvise Pérez, en 1,4%, mientras que el 12% restante se lo reparten los partidos soberanistas y regionalistas.

No hay que ser Pitágoras para ver estos números y visualizar un empate entre los partidos del bloque de investidura actual (incluyendo por ello a Junts) y el bloque del nacionalismo español de derechas. De hecho, en esta reestimación el bloque aliado de Pedro Sánchez supera en votos al que conforman PP, Vox, SALF y UPN (49,3%). 

En esta reestimación el bloque aliado de Pedro Sánchez supera el voto al que conforman PP, Vox, SALF y UPN, que se quedan en el 49,3%

 

Pero entonces, ¿cómo puede ser posible que todos los medios destaquen que hay una mayoría imparable en escaños entre PP y Vox? La respuesta tiene dos pilares: el sistema electoral y la fragmentación de la izquierda.

En la estimación de Guisado, basada en el sistema D’ Hont de nuestro régimen electoral, el PSOE obtiene 116 escaños, el PP 113, Vox 75 y Sumar y Podemos 13. Nítida mayoría de las derechas españolistas. «Lo fundamental (para obtener el Gobierno) es el reparto de escaños a partir del número de votos y eso está influenciado por la circunscripción, que en España es la provincia. Las más pequeñas están sobrerrepresentadas y eso fomenta que el bipartidismo esté sobrerrepresentado. Se premia a los partidos estatales y a los nacionalistas fuertes. A los terceros partidos se los castiga», explica a NAIZ el politólogo y especialista en comunicación política Javier Sánchez González, quien cita como ejemplo clásico de formación que fue «castigada» por mucho tiempo a Izquierda Unida (en los tiempos bipartidistas).

Lo que señala se puede ver en una aritmética sencilla: en la estimación el PP supera a Vox por solo 6 puntos pero conseguiría casi 60% más de escaños. Parece desequilibrado pero, aun así, la extrema derecha batiría su propio récord desde la muerte de Franco. «Esto es porque Vox ya está en 20 puntos y es tercer partido pero muy fuerte, con mucha distancia con respecto al cuarto, que es Sumar y es muy castigado. Creo además que Vox tiene más escaños de los que se dicen, está infrarrepresentado, porque tiene mucho voto oculto de gente que le piensa votar pero no lo responde en las encuestas», añade Sánchez González.

También apunta al efecto de la atomización del voto de las izquierdas. En buena parte de las provincias/circunscripciones, el hecho de que Sumar y Podemos estén separados significa la pérdida de un escaño que podría obtenerse si fueran juntos. Y en muchas otras que reparten cinco escaños o menos, ni siquiera juntos podrían porque allí se castiga a los terceros y cuartos (excepto casos muy particulares como Araba o Nafarroa, cuya fragmentación del voto es tal que hasta cuartas fuerzas obtienen escaño).

Atomización de la izquierda

Siempre las derechas e izquierdas españolas han competido con partidos soberanistas o nacionalistas. Pero es cierto que en esa fase histórica de bloques, incluso los tres partidos del bloque de investidura ideológicamente de derechas como PNV, Junts y Coalición Canaria no compiten con el PP o Vox. Ningún encuestador señala trasvase de votos en esa dirección pero sí dos: una de baja proporción del PSOE al PP (menor del 10%) y otra gigante: un millón y medio de votantes del PP se fugan al partido de Abascal.

Preguntado sobre si la tendencia al alza de Vox y a la baja del PP puede desembocar en un sorpaso, Sánchez González responde: «Es difícil, pero a un año vista, no sería imposible. En política hay sorprendidos pero no hay sorpresas. Lo más importante de las encuestas son las tendencias y ahora hay una tendencia muy clara. Mientras que todo el debate gire en torno a la corrupción, Vox seguirá creciendo. Cuanto más se habla de corrupción, más crece Vox porque es el voto antisistema y de enfado con el mundo».  Mucha gente asocia corrupción con bipartidismo. En teoría no hay elecciones estatales hasta dentro de año y medio.

«Mientras todo el debate gire en torno a la corrupción, Vox seguirá creciendo, porque es un voto antisistema y de enfado con todo el mundo»

 

«Mucha gente asocia la corrupción al bipartidismo y hoy Vox es el Podemos de 2014 en cuanto a elementos discursivos, porque es el voto refugio antisistema, y en cuanto a elementos cuantitativos», agrega. Alude con ello a que en su momento también el partido de Pablo Iglesias fue una tercera fuerza muy consolidada y que estuvo a poco del sorpaso en 2015.

¿Qué tendría que hacer Sánchez para garantizarse renovar la mayoría actual de investidura? Según el analista, «la izquierda va tarde, como siempre»: «Hace muchos meses yo hubiera recomendado que integre a Sumar en el PSOE y deje vía libre a Podemos e IU para una coalición. Ahora no sé si esto serviría pero sí que debería integrar a Yolanda Díaz, Ernest Urtasun y otros en listas del PSOE y dar espacio libre para Podemos e IU, entendiendo que una alianza Sumar y Podemos es imposible. Sería lo más lógico y maquiavélico posible de hacer».

 

Sobre la idea que defiende Gabriel Rufián (ERC), opina que «es un Frankenstein» porque «el votante de izquierda de Madrid no tiene nada que ver con el del BNG o el de IU en Andalucía nada que ver con el de ERC, tienen lógicas distintas y otras prioridades».

En cuanto a la fecha de las próximas generales, cree que los tribunales «van a marcar mucho» esa hoja de ruta y recalca que a Vox le interesa que no se adelanten porque «cada día que sigue, crece más».

La extrema derecha ya está en las encuestas obteniendo más escaños que los que consiguió el PP de Pablo Casado en abril de 2019; es decir, un hito. Los vaivenes tácticos de Génova no ayudan a calmar a los que miran los números. Y creen que ya no es alocado pensar que Abascal pueda ser el partido más votado de las derechas y dejar al PP como el socio menor.