Tras rozarlo en el Bernabéu, el Alavés pugnará por sumar a domicilio en el Alfonso Pérez

Tras una derrota que supo a victoria, el Alavés persigue que, esta vez sí, su buen fútbol dé frutos en forma de puntos en un nuevo duelo contra un conjunto madrileño, un Getafe en horas bajas.

Rozar la hazaña en el Bernabéu, donde El Glorioso se vio además perjudicado por las decisiones arbitrales, debe servir de acicate para ahondar en la crisis azulona, con los pupilos de Bordalás ocupando ahora mismo la penúltima posición.

Una coyuntura que Luis García Plaza conoce de primera mano, pues el preparador madrileño fue despedido del banquillo getafense tras encadenar una docena de partidos sin ganar en la 2013-14.

Ahora, disfruta de una etapa bien distinta en un Alavés al que consiguió ascender, mantener con holgura el curso pasado en la máxima categoría y va camino de repetir experiencia, sumando este sábado los 100 partidos al frente del equipo vasco.

La diferente situación clasificatoria de ambos contendientes no oculta el hecho de que para los albiazules el Getafe es un rival directo, de ahí que obtener un resultado positivo sería doblemente gratificante.

Volverán las rotaciones, como es norma para el míster babazorro, después de las ocho variaciones que aplicó en el Bernabéu. Regresa Nahuel Tenaglia, que podría ser titular en el lateral derecho, mientras que Hugo Novoa sigue siendo la única baja.

Otros que podrían tener opciones de saltar de inicio serían Sedlar –Abqar acumula mucho minutos–, Protesoni y Conechny –gran actuación de ambos ante los merengues– y un Carlos Vicente capital en la banda derecha.

Las mayores dudas radican en la punta de ataque, que es donde García Plaza más combinaciones ha venido realizando en lo que se lleva del presente campeonato.

Un sitio donde ser feliz

El entrenador albiazul ha admitido, a cuenta de su centenar de encuentros, que «pronto vi que había encontrado un sitio donde ser feliz», a la par que ha destacado que supone «un orgullo» llegar a dicha cifra.

«Estoy encantando con la afición, con el club, con la ciudad y con los valores que transmitimos. Me encuentro feliz en Vitoria, no puedo hablar euskera porque es muy difícil pero me gustaría hasta hablarlo porque es como me siento», se ha explayado.

Ha elegido el ascenso como su gran momento –«fue épico», ha catalogado–, para entrar de manera inmediata en harina y analizar a su inminente rival. «Es un rival duro y difícil, que defiende bien, aunque en el fútbol parece que esto es un defecto. Es fuerte, intenso, agresivo y es el segundo equipo menos goleado de la categoría. Mi máximo respeto a todos lo entrenadores y a la forma de jugar que quieran», ha especificado.

Respecto al balance foráneo del equipo, ha apuntado que «intentaremos mejorar, pero dame tres puntos cada cuatro partidos a domicilio. Todos los equipos hacemos mejores resultados en casa que fuera y más nosotros, con nuestra gente».

También se ha referido a las estadísticas de goles a favor y en contra. «Estamos marcando más goles y recibiendo más, no ha cambiado nada en la manera de jugar, solo el perfil de los jugadores. A lo mejor hay más talento ofensivo que el año pasado y menos defensivo, pero eso hay que trabajarlo», ha considerado.

Por último, ha desvelado que habló con Abqar sobre el intercambio de camisetas que tuvo con Mbappé en el descanso y que fue muy criticado en redes sociales. «Muchos jugadores lo hacen, pero ya le he dicho que lo haga en el túnel de vestuarios porque las redes sociales magnifican todo», asegurando que el futbolista lo entendió.