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El peligro de una final de Euroliga entre Panathinaikos y Olympiacos está cada vez más cerca

El Mónaco jugará su segunda Final Four luego de sobrevivir por 85-84 su quinto encuentro frente al Barça, mientras que Panathinaikos recuperaba al mejor Çedi Osman para batir a Anadolu Efes y así poder defender su título del año pasado.

Çedi Osman, con los brazos en jarras, fue el elemento diferencial del pase del PAO a la Final Four. (@Paobcgr)

¡Dubai, que no te pase nada! Antiguamente la Euroliga trataba de evitar las finales entre equipos del mismo país, no digamos ya de la misma ciudad, por lo que los «derbis» como Fenerbahçe y Efes, Real Madrid y Barça o Panathinaikos y Olympiacos solían disputarse en la ronda de semifinales de la Final Four.

Pero en esta edición de 2025 de la Euroliga la opción de una finalísima entre PAO y Olympiacos está más viva que nunca. Con Fenerbahçe intercalado en la segunda posición, Olympiacos –primer clasificado– y el vigente campeón Panathinaikos –tercero– han dominado la Fase Regular de la Euroliga. Y si bien el PAO se ha topado con la dura resistencia de Anadolu Efes capaz de llevar su cruce de cuartos hasta el desempate, a la hora de la verdad, la presión del OAKA y un espectacular Çedi Osman –autor de 28 puntos en el definitivo 75-67– han posibilitado a los de Ergin Ataman colarse en la final four de Dubai, junto a Olympiacos, Fenerbahçe y AS Mónaco.

En ese sentido, hay que recalcar de nuevo la mano izquierda de Ataman. Controvertido y lenguaraz en exceso, el seleccionador turco y actual técnico de Panathinaikos es un experto en «recuperar» jugadores para la causa. Durante su etapa al frente de Anadolu Efes logró que un Shane Larkin bajo mínimos y al borde de la depresión después de su decepcionante paso de la NBA rindiera a nivel MVP a partir de la Final Four de Gasteiz, por más que no lograse el título europeo.

En los años subsiguientes Ataman pudo sacarse la espina con varios títulos, logrando además que Vasilije Micic adquiriese un estatus de estrella que jamás afianzó hasta su llegada a Estambul. Asimismo, otro exbaskonista como Tibor Pleiss fue el arma secreta elegida por el bueno de Ataman para, a golpe de triple –pese a sus casi 2,20 metros de estatura– superar al Barça de Saras Jasikevicius en la final de Colonia en 2021, en el último estertor de juego de Pau Gasol.

Ya en tierras helenas, Ataman ha sabido llevar con mano izquierda hasta el éxito a dos «rebotados» de la NBA como Juancho Hernangómez y el mentado Çëdi Osman. Con los dos jugadores ha empleado una estrategia similar: dosificar en una primera aparición sus minutos y rol en la Euroliga mientras que en la competición doméstica han ido ganando en importancia y confianza de cara a los momentos clave. El alero madrileño ya fue importantísimo por su versatilidad y capacidad defensiva y reboteadora para conseguir el título de Euroliga del año pasado, una importancia que en esta temporada ha aumentado, sobre todo porque al menor de la saga de los Hernangómez le ha tocado «trampear» como falso pívot después de la fractura de peroné de Lessort, su principal referente en la pintura.

Çedi Osman y Ergin Ataman se conocen desde que coincidieron en Anadolu Efes y también han coincidido en numerosas ocasiones en la selección turca. Poco a poco, el alero otomano ha ido entrando con cada vez mayor fuerza en los planes de su entrenador y en el desempate ante Anadolu Efes, se ha ido hasta los 28 puntos y 8 rebotes, para una valoración de 32, en un duelo trabado en el que los nueve tiros libres errados por los pupilos de Luka Banchi tuvieron un peso específico notable, amén de los 50 rebotes capturados por Panathinaikos para imponerse en un encuentro gris.

El tiro de Kevin Punter

Un triple de Kevin Punter pudo haber cambiado el signo de la eliminatoria entre AS Mónaco y Barça, pero el alero blaugrana se estrelló contra el aro. También es verdad que Willy Hernangómez estaba debajo del aro con la posición ganada, con la presumiblemente débil resistencia de un Mike James que tal vez hubiera frenado en falta al pívot madrileño. Pero Punter no vio el ventajoso emparejamiento de su compañero de equipo, y decidió jugársela con un triple que no entró, de forma que la escuadra monegasca regresa a una Final Four al imponerse por 85-84 en el partido de desempate.

Después de los dos primeros triunfos del Mónaco en esta serie, un Barça repleto de bajas –Núñez, Laprovittola, Metu y un Jan Vesely muy mercado– parecía que iba a ser despachado por la vía rápida. Pero, entre otros, un Darío Brizuela indomable propiciaba el empate a dos después de sendos duelos a brazo partido en el Palau Blaugrana.

Y así, la Salle Gaston Medecin afrontaba el martes un duelo sin concesiones, con Vassilis Spanoulis y Joan Peñarroya jugándose el pase a su primera Final Four en calidad de entrenador. Después de un buen inicio blaugrana, Mike James entró en acción y lideraba un parcial de 30-20 para llevar a los de Spanoulis con 45-39 a su favor al descanso.

Kevin Punter, Justin Anderson y Willy Hernangómez se conjuraban para aferrar al bando culé a la eliminatoria, pero lo que Hernangómez da en ataque, lo quita en defensa, y el gigantón Georgios Papagiannis lograba replicar cada canasta del madrileño debajo del Barça, aunque fue Mike James el que, a falta de 55 segundos, encestaba el definitivo 85-84. Los nervios encogieron las muñecas de los dos equipos y al final, será el AS Mónaco el «cuarto pasajero» en Dubai.

Un cuarto pasajero que se enfrentará el próximo día 23 a Olympiacos a las 20.00, mientras que Fenerbahçe y Panathinaikos se las verán a partir de las 17.00 –horario de Euskal Herria– en una Final Four que tiene un tremendo peligro de que la final la disputen los dos grandes equipos de Atenas, con la cantidad de bengalas, conatos de violencia, presencia policial y potencial bochorno para el espectador neutral. Desde luego que el espectáculo estará garantizado.