8M, también las personas no binarias
El machismo no afecta única y exclusivamente a las mujeres cisgénero, es por ello que es necesario que se visibilicen las voces de personas no binarias feministas, así como activistas antirracistas, anticapacististas etc.
Las identidades no binarias no están reconocidas jurídicamente, ni legalmente ni nada en absoluto, además, los sectores transexcluyentes nos infantilizan alegando que «el lobby queer» nos ha engañado y que en verdad somos mujeres u hombres, y además, en el feminismo se obvian nuestras vivencias.
Las sociedades, desde hace siglos, se han organizado politizando a unos sujetos y despolitizando a otros, de esta manera, tanto las leyes como las instituciones se han creado y se han organizado en torno al varón como sujeto universal. El feminismo tiene en cuenta la realidad de las mujeres, pero no se pueden olvidar de otras realidades como las de las personas no binarias, las cuales también viven dentro del mismo sistema de género opresor que les asigna unas características y por lo tanto, unos roles de género a cumplir.
La antropóloga Margaret Bullen en el trabajo "Festak, genero-harremanak eta feminismoa: Begirada teoriko eta antropologikoak, praktika sortzaileak eta plazeraren kudeaketa kolektiboak" dice que el género es una construcción social, un concepto que se crea en un sistema cultural concreto. Tomando como referencia ésta definición quiero hacer la siguiente reflexión: mientras vivamos en una sociedad binaria, las personas no binarias, aunque nos identifiquemos y socialicemos en nuestro día a día como tal, nuestras realidades serán ignoradas y binarizadas, de esta manera, las personas que fuimos asignadas mujeres se nos seguirá tratando como si lo fuéramos, lo que nos lleva a vivir experiencias propias de las mujeres, vivencias como el acoso, el machismo verbal... sin embargo, algunos sectores que se denominan «feministas» nos excluyen, así como excluyen a las mujeres trans por un supuesto privilegio masculino, y por una supuesta reproducción de los roles de género (como si muchas mujeres cis no los reprodujesen), sin darse cuenta que tener «cispassing» es una de las violencias a las que nos vemos/se ven sometidas. Se habla de los derechos de las mujeres (algo absolutamente legítimo), pero debemos entender que las vivencias asociadas al género femenino no sólo son encarnadas por las mujeres cis, los cuerpos considerados femeninos también sufren dichas vivencias y violencias por parte de un sistema de desigualdad, un sistema patriarcal que beneficia unos sujetos concretos, lo que conlleva que muchas personas sean perjudicadas por un sistema que no las tiene en cuenta.
Este 8 de marzo debemos exigir una mayor visibilidad y ser conscientes que el machismo no afecta única y exclusivamente a las mujeres cisgénero, es por ello que es necesario que se visibilicen las voces de personas no binarias feministas, así como activistas antirracistas, anticapacististas etc. voces que lejos de dividir el feminismo lo nutren con nuevas perspectivas, haciéndonos conscientes de nuestra identidad y de la identidad de los demás, y no sólo eso, también nos hace conscientes de nuestros privilegios y replantearnos nuestras actitudes. Porque sí, tenemos privilegios, y no, no se trata de hacer una especie de competición en la que logramos puntos según si sufrimos X opresiones, de hecho, considero que esta lógica de «yo más» realmente no beneficia a ningún colectivo y que este tipo de pensamiento obedece a un sistema capitalista basado en la competición, de esta manera, lo más adecuado sería hablar de «que opresiones sufro, que opresiones sufren las demás, y qué privilegios se me han otorgado».
Es por eso que es tan importante que el movimiento feminista no se centre única y exclusivamente en ciertas realidades y tenga una visión más global, donde las mujeres racializadas, anticapacististas, mujeres trans, trans no binarias... expliquen cuál es su realidad, así, el feminismo se encamina a nuevas vías para comprender cómo funciona nuestro sistema de género, además de ser capaces de observar las opresiones que se entrelazan y que en muchas ocasiones no podemos comprender unas sin las otras.
En lo que respecta a las realidades no binarias, que no tengamos un gran reconocimiento no implica que nuestras realidades no deban tenerse en cuenta y no debamos tener voz dentro del feminismo; el feminismo no puede caer en el error de despolitizar a otros sujetos, ya que de esta manera no se podrá alcanzar una igualdad real, y mucho menos se podrá llevar a cabo una labor educativa inclusiva en la que se comprenda el sistema de género como una estructura compleja que afecta a todos los individuos pero con características específicas.
El feminismo es maravilloso, un movimiento que es capaz de nutrirnos y nutrirse. Es el alimento de nuestra sociedad.