Josu Naberan
Escritor

A favor de la gente contestataria en Iruñea

En efecto, lo de la plandemia ha sido (está siendo) un ensayo general de la domesticación de la población, de la que se quedó corto hasta Orwell en su «Gran Hermano».

Antonio Aguirre, médico cirujano de EEUU, actualmente residente en Madrid, ha señalado las tropelías de las que estamos siendo objeto: violación del código deontológico: centros de inoculación (vacunódromos) montados directamente por la Administración gubernamental; silencio de colegios médicos y persecución de los críticos; un entrenamiento para el sometimiento de la población mundial, y una guerra de gobernantes contra gobernados a nivel planetario, por primera vez en la historia de la humanidad.

En efecto, lo de la plandemia ha sido (está siendo) un ensayo general de la domesticación de la población, de la que se quedó corto hasta Orwell en su «Gran Hermano».

La gran mayoría de la gente han creído lo que le han dicho desde todos los Púlpitos de (des)información; y casi todos estamos desorientados, pues lo que debería de haber sido un asunto de salud (enfermedad/causas/diagnóstico/remedios), se ha convertido en Syndemia, que en griego quiere decir «concurrencia» o confluencia de todas las crisis a la vez.

Por otra parte, nuestros gobernantes y muchos sanitarios y médicos, estos últimos escasos de tiempo para investigar, están también desconcertados. En cuanto a los pregoneros de medio pelo (ISPLN & LABI), se muestran seguros y ufanos del humo que están vendiendo.

Han actuado (y siguen actuando) con orejeras, lejos de todo contraste de opinión, sino más bien impidiendo, por medio de la censura general, toda dialéctica; la cual debería ser la base de una democracia que se precie; «una servidora se marcha», exclamaba la exministra de Sanidad, la misma que decía ser «de las que no se escaquean del contraste de opiniones».

Uno, que sabe más por viejo que por listo, cuando ha sospechado sobre algo, siempre se ha quedado corto. «PSOE/GAL, bardin da», clamaba la manifestación; mientras uno pensaba «¿Será para tanto?». Y se quedó corto; «El cazador de elefantes es un mangante», clamaba la base, mientras uno pensaba «¿Ese lema no canta un poco?». Y se quedó corto; «Padre, hijo y familia son lo mismo». Y uno no quiere quedarse corto otra vez: «Gora Errepublika! Euskal Errepublika, noski».

Pues en lo que respecta a esta pandemia me ha sucedido lo mismo. Una andaluza escribió todo un libro, diciendo de que se trataba de una «plandemia». ¿Será una andaluzada?, pensaba. Uno sospechaba que algunas cosas no encajaban bien, pero no quería caer en lo de «la mano negra que está en todo». Y ahora veo que hay mucha más mano negra de lo que pensaba.

Primeramente, que los Medios de Comunicación más vendidos (y los lugareños siempre fósiles) nos han desinformado de lo lindo, todos a una; que ni los jefes de redacción correspondientes, ni los moderadores de tertulianos, ni nuestros dirigentes, por supuesto, han planteado preguntas tan importantes como el por qué de la pandemia. Normal. El Sistema capitalista y sus mercenarios no iban a echar piedras sobre su propio tejado, pues son Ellos y sus «crecimientos» desmesurados los que están arruinando la biosfera con sus basureros y desechos, convirtiendo el medio ambiente en irrespirable para humanos y animales; mientras que los primeros echarán la culpa a los animales (la «zoodemia»), a los pobres murciélagos y pangolinos (que uno ignora lo que son).

«No he de callar, por más que con el dedo/ Ya tocando la boca, ya la frente/ Silencio avises, o amenaces miedo» (texto de Quevedo, recitado por Eva Forest y Alfonso Sastre)

Así pues, seguiré hablando de las embaucadoras Compañías Farma y de sus falsas y peligrosas vacunas (sasitxertoak), cuyos bienes aún se desconocen y empiezan a asomar los males. El «contencioso de las falsas vacunas» ha quedado visto ya para sentencia, que tendrá lugar, según dispongan los hados, entre el Solsticio de Invierno (en el que hemos entrado) y el equinoccio de verano en primavera, en que se hará el balance total de resultados.

En el presente de indicativo, parece la hora de los vendedores de humo: Ispln, LABI, Jaurlaritza, CEOE... y hasta gente de «izquierda» que comenta: «esto ya está superado con el porcentaje de la población inmunizada por la vacuna; porque te habrás vacunado, ¿no?». Ojalá tengan razón, tanto los de derecha como los de izquierda.

Pero hay críticos que no lo ven tan claro. Un tal Ozaeta ha escrito –creo que en GARA– sobre «sofismas de transiciones engañosas», mientras que nuestras consejeras de Sanidad (léase la señora Sagardui) habla del «buen funcionamiento de las consulta por teléfono»; ¿será la voz del Oasis Vasco que clama en el desierto?
Los sabihondos –léase aquí Txibite y Urkullu– pontifican de la «buena evolución de la pandemia, gracias a la vacunación general». Yawéh les oiga, pero creo que en todo esto anda metido el Diablo más bien, con su obstinada práctica de la vacunación de la población adolescente e infantil, contra toda lógica y razón, salvo el lucro de las Farmacéuticas. Acaso los responsables de este desaguisado tengan que responder ante la Justicia, más pronto que nunca, por responsabilidad criminal.

Porque es difícil de creer que el nivel científico de nuestros dirigentes (que siguen con orejeras la versión única de los intereses lucrativos ya mentados) pueda compararse con el nivel de especialistas internacionalmente reconocidos, como son los microbiólogos Luc Montagner (Francia) y Stefan Lanka (Alemania) y demás, que hablan de todo lo contrario. Muy difícil de creer, por mucho que nuestro lehendakari se erija en portavoz de la Ciencia frente a algunos jueces.

No hay más que oír, por ejemplo, las exposiciones y razonamientos tan detallados como concienzudos de Karina Acevedo (Chile) en programa emitido por la TV mexicana (http://youtu.be/nd8zDQdac8g): "Inoculación experimental en Niños y Adolescentes. Análisis científico de Riesgo/Beneficio".

Uno, personalmente, tras contrastar las razones de una parte y de otra, se queda con las plataformas de Hontza (Euskal Herria), Líberum (Cantabria, Asturia y Galicia) y con Bizitza, que ha convocado la manifestación que ha tenido lugar el día 25 del presente en Iruñea.

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