Anton Altamirano
Delegado ESK Emergencias

Agresiones a personal de Emergencias

ESK insiste, la violencia tiene un impacto devastador en el personal sanitario agredido porque se sienten triplemente humillados.

ESK denuncia que el personal de Emergencias del País Vasco se enfrenta diariamente a diferentes tipos de violencia, tanto en las ambulancias como en los centros coordinadores como en centros de atención de urgencias y emergencias.

De nuevo el viernes día 16 de agosto, en la playa de la Concha un hombre intenta agredir sexualmente a una joven socorrista.

En el año 2018, se registraron 249 agresiones en nueve meses y en el año actual 2019, desde el mes de marzo llevamos nueve agresiones registradas, seis en Bizkaia y tres en Gipuzkoa, hacia el personal sanitario de ambulancias. Pero posiblemente son más, ya que existe un infrarregistro y un bajo índice de denuncia por parte de los profesionales agredidos.

ESK insiste, la violencia tiene un impacto devastador en el personal sanitario agredido porque se sienten triplemente humillados:

Primero por el agresor, segundo por las mutuas, ya que no reconocen una afectación psicológica laboral, y tercero, por la Dirección de Emergencias que, a pesar de introducir mejoras en su “Procedimiento para la gestión de las agresiones al personal sanitario de Emergencias” está tardando en aportar soluciones reales y efectivas.

Y, mientras tanto, las agresiones continúan, y los profesionales agredidos necesitan tiempo y espacio para recuperarse y volver a sus puestos de trabajo donde no se sienten protegidos, sino a merced de personas violentas cuando acuden a ayudarles en situaciones de emergencia.

La violencia contra los trabajadores de Emergencias no debe verse únicamente como «un riesgo laboral» asociado con el alcohol y/o las drogas. Éste no es siempre el caso. Nos agreden por no enviar ambulancias a incidentes en las que no es necesaria o por el modo que había estacionado la ambulancia mientras atendían una emergencia o por llegar «tarde»... Nos insultan, nos intimidan, nos acusan, nos golpean... y esto hay que cortarlo ya.

ESK exige que el lema «Tolerancia cero» sea real en todas las formas de violencia, con un verdadero plan de prevención de agresiones y que, desde los propios servicios jurídicos de Osakidetza, se interpongan las denuncias contra los agresores, pidiendo condenas ejemplares, para evitar el continuo goteo de agresiones a todas y todos los trabajadores en su puesto de trabajo.

Recherche