Andalucía...
Ahora tenemos que escuchar que el presidente andaluz es un demócrata «moderado» y que no pactará con Vox, como si ello supusiera algún tipo de garantía de progreso.
Vergüenza y decepción sentí tras el resultado electoral en la autonomía andaluza. El hecho de asumir como demócratas a los herederos de Franco, de lavar la cara a un PP hijo de AP y contenedor fundamental de Vox y Ciudadanos (todos a una... «grande y libre»), ignorando el pasado y el sufrimiento del pueblo andaluz, sus masacres y violaciones (derechos de pernada...), conlleva, cuando menos, desmemoria y traición. Blas Infante (padre de la nación andaluza) y Federico García Lorca («el desaparecido más llorado del mundo», según el hispanista Ian Gibson) se habrán revuelto en sus fosas, donde quiera que se encuentren, al comprobar que sus conciudadanos han entregado su «nación andalusí» a un heredero de Franco y Queipo de Llano, a un «moderado» de derechas llamado Moreno Bonilla. Aún no se han encontrado los cadáveres, después de más de 80 años, de estos andaluces asesinados y las heridas infligidas a la población (45.566 asesinados que acabaron tirados en 708 fosas comunes, 50.000 exiliados, 100.000 esclavos y el robo y saqueo a unos 60.000 derrotados...) son de tal magnitud que resulta incomprensible la desmemoria y la abstención en una tierra que necesita libertad y reparación.
Se entrega el poder a la derecha negacionista y vengativa para que siga desarrollando sus políticas contrarias al derecho, la solidaridad, la igualdad y la libertad con mayúsculas, y todo se hace ante una izquierda dividida entre más progres y más socialdemócratas; a pedazos, sin ideas, sin memoria, sin capacidad de unirse para enfrentarse a la bestia, a los hijos y nietos de Queipo de Llano que se expresaba con esta contundencia tras el golpe del 36 con la ayuda de Hitler y Mussolini, además de la Legión y los mercenarios (regulares) marroquís: «Nuestros legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre...». Las violaciones fueron sistemáticas para con mujeres adultas y niñas y el «carnicero de Sevilla» animaba desde la radio a cumplir con la misión de acción y el exterminio de la población republicana.
Ahora tenemos que escuchar que el presidente andaluz es un demócrata «moderado» y que no pactará con Vox, como si ello supusiera algún tipo de garantía de progreso. La historia nos demuestra que la derecha no perdona, que impone sus reglas por la fuerza y que utiliza todos los recursos a su alcance para conseguir los objetivos de clase que le importan. Porque esto va de clases: los ricos, los menos ricos y los pobres. Es decir: los señoritos, los intermediarios y los braceros. Más claro: el patrón, el encargado y el currela. Si esto no se ha entendido, me viene a la memoria una reflexión del poeta-cantante argentino, José Larralde: «Cuanto tiempo es necesario para saber cada vez menos...».
De todas maneras el mundo gira revuelto, pues Marruecos gana y el Sahara pierde, La OTAN de «entrada sí» y Europa a limpiar las botas yankees, Putin es malo malísimo y Zelensky es un cómico facha pero «nuestro facha». Lenin solía decir: «La socialdemocracia es la antesala del capitalismo». Son signos de la «modernidad y la globalización» de este mundo al revés que nos está tocando vivir y que, al menos, en Euskal Herria, nos debe tocar la esperanza de un futuro diferente. No perdamos la memoria y defendamos nuestros objetivos, es vital para la subsistencia. Gora herria!