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Carta a Arantxa González, nueva ministra de Exteriores

La configuración de este nuevo gobierno está trayendo cola. Hoy aquí el cotilleo era que nombraban ministra de Exteriores a alguien de Tolosa

Kaixo Arantxa! Aspaldiko!

Sí, supongo que ya ni te acordarás, hace tanto tiempo que estudiamos juntas en nuestra Tolosa! Y yo un poco te he seguido. Bueno, lo justo para saber que andabas por una de esas instituciones financieras internacionales, en la OCM. Obviamente, eso tenía que ser objeto de comentario para las que estudiamos contigo, que permanecíamos en el pueblo (villa) y que participábamos en movimientos sociales de la izquierda.

Y ahora mira... Hoy era la noticia, porque aunque nos mantengamos al margen, la configuración de este nuevo gobierno está trayendo cola. Hoy aquí el cotilleo era que nombraban ministra de Exteriores a alguien de Tolosa. Sabía que eras tú. Bingo. Sin conocer tu adscripción política.

Pues zorionak (felicidades). Zorionak porque supongo que en la carrera que te propusiste es un punto culminante, y porque cierto es que no muchos (muchas aún menos, por muy paritario que se plantee) llegan hasta ese puesto. Pero por lo que a mi respecta, que me nombraran en ese cargo sería un marrón. No solo porque no esté preparada (quién lo está?) pero sobre todo por todo lo que conlleva.

Ya de inicio, el mismo concepto de España (como entidad política, administrativa) me produce cada vez más repelús. Sé que has estado fuera, pero un poco habrás seguido la situación aquí. El auge de la derecha se ha concretado en estas elecciones con escaños. Pero creo que va mucho más, llega hasta a lo que se denominaba izquierda también, por lo menos en lo que a españolismo se refiere. El comportamiento del sector político con el conflicto catalán ha sido bochornoso, primero porque incluso han contradicho la propia Constitución española o la misma Declaración Internacional de los Derechos Humanos (y como hemos sabido recientemente, la legalidad europea también), principios democráticos básicos como el derecho libre de expresión, de decisión, o el ejercicio de la consulta. Y eso es así sin tener que entrar en cuales eran los objetivos de esa consulta propuesta. El españolismo desarrollado a raíz de esa propuesta raramente se menciona, sin embargo, para cualquiera que ha tenido ocasión de visitar otras ciudades y pueblos de España este es muy patente. Como corresponde al nacionalismo hegemónico, solo se critica y lincha al nacionalismo minoritario.

En Euskal Herria, más de lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta que ETA dejó la actividad armada en 2011 y ya han pasado muchos años. Una vez conseguido algo que la sociedad española anhelaba desde hacía tanto tiempo, no ha tenido la correspondencia esperada en Euskal Herria. Además de la continuación de muchas políticas y agresiones, el caso de Altsasu causó conmoción, y como en el resto del Estado, el uso de la Ley Mordaza contra la disidencia, que en este caso se aplica también al activismo vasco.

Pero sobre todo es por no creer en este sistema, en esta democracia parlamentaria, o en este caso monarquía parlamentaria, subordinada a los grandes poderes, con poco contacto con la sociedad, a la que solo se consulta cada 4 años para luego operar sin tenerla en cuenta (para no entrar en el robo sistémico de sus arcas desde la corrupción y proyectos indeseados). Sí, me alineo con el municipalismo libertario (democracia comunitaria), con el comunitarismo, porque como recordarás, en realidad, más que de Tolosa, soy de Amarotz, la República Independiente, y es lo que he mamado desde txiki no solo de forma teórica sino sobre todo de forma práctica. Y últimamente también a propuestas que ni se plantean el acceder al Gobierno, y si pueden, se mantienen al margen o lo niegan.

El Zapatismo es una de ellas. Más de 25 años después siguen de pie (acaban de organizar un encuentro mundial de mujeres – siempre sorprenden). Y quizás una de las experiencias más interesantes y ricas ha sido la desarrollada en el Kurdistán sirio, en Rojava. O mejor dicho de la Federación de Siria Norte, porque dentro de sus planteamientos internacionalistas hasta renuncian a que su proyecto se limite solo al pueblo kurdo, y lo integran otras comunidades regionales como las árabes, asirias, etc. A este respecto, esta experiencia, por sus logros a nivel democrática debe ser defendida, y los burdos ataques militares de estados como el de Turquía, deben ser denunciados desde las políticas de exterior. También como mujer, porque como sabes, el engendro de EEUU que fue el ISIS, creado con el fin de desestabilizar y controlar el Oriente Próximo, tuvo, en su avance armado, a las mujeres como uno de sus blancos y objetivos militares, con violaciones, esclavización, prostitución y muerte, redundando en su cosificación, utilización y opresión. La milicianas kurdas y sirias han sido contundentes, en autodefenderse y así frenar una de las mayores amenazas democráticas y humanas mundiales. Ejemplo mundial en esta nueva fase de concienciación feminista. También a ese respecto, creo que es nuestra obligación, de toda demócrata que se precie, el exigir la liberación de Abdullah Ocalán, que no es otro que el ideólogo de esa nueva fórmula de convivencia que supera nacionalismos y segregacionismo, un académico de renombre, pero además un símbolo de ese pueblo, su lucha legítima y la represión que sufren, y que consiguió que el PKK cesara la lucha armada. Pese a todo eso (o, precisamente, por todo eso) Ocalán se encuentra en aislamiento en cadena perpetua desde 1999.

Aunque en lo referente a políticas exteriores lo básico es el comenzar por las políticas de las empresas estatales en el exterior, en el caso español, continuistas del colonialismo. Nuevamente, el caso de Turquía es paradigmático, donde uno de los principales bancos, el BBVA, se introdujo de lleno, absorbiendo el Garanti Bank. Nuevamente, BBVA actúa sin cuestionar la naturaleza ni del Estado turco (supremacista, expansionista, racista) ni de su actual gobierno. Así, BBVA financia allá el mayor embalse de ese país, en Kurdistán, el de Ilisu, sin cuestionar su objetivo, ni el del Estado turco con su construcción y mucho menos los impactos que producirá/está produciendo. Este embalse impuesto sumergirá la antigua ciudad de Hasankief, que es un símbolo cultural e histórico kurdo. Estos días están llenando el embalse y el agua ya llega a la orilla de ciudad, sin que nadie lo cuestiona. Un nuevo Gernika está aconteciendo en pleno siglo XXI.

Mientras, como ministra, sabrás las responsabilidades de las empresas y sobre todo los bancos, con sus Responsibildad Social Corpotativa, o los Prinicipios de Ecuador que han firmado para no invertir en proyectos con planteamientos anti-eticos. Pero además sus correspondientes gobiernos, donde residen sus matrices, deberían ser más exigentes. Pero esa es su constante, como en la financiación también del oleoducto DAPL en Dakota que viola el propio Tratado que los EEUU firmaron con los pueblos originarios (Tratado de Fort Laramie,.1851) y otros oleoductos.

O el de otra hidroeléctrica de grandes impactos sociales y ambientales en Colombia, Hidroituango. Porque a BBVA como al Santander y al resto de transnacionales estatales, no les importa operar en países con los peores registros democráticos: en Colombia. Como en el resto de países latinoamericanos se hizo con el principal banco nacional, el Ganadero, al privatizar el Gobierno su patrimonio presionado con ajustes estructurales. Pero de hecho se benefician de esas condiciones. En Colombia, pese al proceso de paz de 2016, continúa el genocidio. Más de 500 activistas han sido asesinados desde entonces sin que ni los gobiernos ni estas empresas protesten. Pero grandes inversiones del BBVA como Hidroituango se imponen con este terror, con el asesinato y la persecución y amenazas a sus oponentes. Como Gobierno y como empresas no podemos permanecer indiferentes, haciendo business as ususal.

Esa es la constante de las empresas españolas, como Ecoener-Hidralia, expulsada de Guatemala (como lo fue Iberdrola) por su proyecto hidroeléctrico en Santa Cruz de Barillas, o la ACS de Florentino Pérez en el proyecto Cahabón en el mismo país y el de Inga en República Democrática del Congo, o incluso una empresa local que participaba en el proyecto Barro Blanco de Panamá de tan triste resultado para el pueblo Ngäbe-Buglé. Iberdrola, Acciona con sus eólicas en Tehuentepec, o todas las centrales térmicas de Iberdrola en ese país, o las térmicas y gaseoducto de Morelos, que han pasado por encima de las comunidades, y que impulsa Abengoa, en la que tu antedecesor en el cargo era accionista. En este proyecto fue asesinado el año pasado Samir Flores. Las hidroeléctricas de Endesa en Chile, de todos los proyectos petroleros de Repsol en Colombia, Perú, en Ecuador en plena Amazonía, en el parque protegido Yasuní, etc, etc. Todas se valen de la represión que los respectivos estados utilizan contra las comunidades afectadas y contra sus opositores, y como decimos, en la mayoría de casos incluyendo muertes.

Sin duda el papel de ministra de Exteriores es velar por las transnacionales estatales en otros países, pero debemos ser críticos con sus políticas, con su enriquecimiento, con su expolio, con su irresponsabilidad ambiental y climática. Como debemos ser críticos y abolir la producción y el comercio de armas, y su venta a estados antidemocráticos y genocidas como Arabia Saudí. Como igual de críticos debemos ser con países como Israel responsables de un genocidio continuado contra el pueblo palestino con los que no valen normalidades como la que pretenden empresas como CAF y su contrato de tranvía. El Sahara, la RASD, con la que ese gobierno tiene tanta responsabilidad es también otra tarea pendiente (también por el desdén de tu(s) predecesor(es)). Ahora Marruecos lo entiende también como región en la que extender sus nuevos proyectos renovables, que tecnológicamente quizás defieran algo de la energía convencional, pero a nivel práctico, vemos que pecan de lo mismo.

Yo dentro de una semana viajaré a Brasil, no en representación de nadie, sino a mostrar solidaridad desde el movimiento ecologista y social con las víctimas y afectados por la rotura de la represa de Brumadinho, el año pasado. No, tras este desastre no se hallaba ninguna empresa española, sino la Vale. Pero empresas españolas sí son responsables de los numerosos impactos en otros embalses, en ese país destacando Iberdrola en los macroembalses de Belo Monte, Baixo Iguacu, Teles Pires y que ahora quiere iniciar otro (incluye distintos embalses) en el río Tapajós, igualmente de gran impacto a los pueblos indígenas y el medio ambiente, y que por ello está paralizado por los tribunales. La razón de gobiernos deleznables como el de Bolsonaro, del fraude electoral que supuso el encarcelamiento del candidato Lula da Silva, del anterior glope de Estado de Temer, no es otro que beneficiar a los ricos (allá además con un componente racial acusado) y a las empresas transnacionales. Una de sus promesas de campaña fue el materializar el proyecto Tapajós, y como hemos visto con los fuegos que arrasaron la Amazonía que el alentó, es muy capaz de ello. Igualmente, también prometió la privatización de más compañías públicas como la gigante eléctrica Electrobrás que también pretende Iberdrola, o la petrolera Petrobras, el mayor productor petrolero público del mundo. A estos niveles, debemos tener las cosas claras y rechazar esa política de exterior basada en hegemonía, abuso y expolio.

De hecho, otra de las promesas de Bolsonaro fue la privatización del mayor hallazgo petrolero del mundo, que es el Presal, un yacimiento en el océano de muy dificultoso acceso. Porque como sabes, ahí reside una de las principales razones de los conflictos internacionales: el control de los recursos, y máxime el petróleo. No es capricho, que los mayores conflictos actuales se sitúen en los mayores yacimientos petroleros del mundo y que estos no se encuentren bajo control total de las grandes transnacionales: además de Brasil, Venezuela e Irán. Ellos serán tus grandes retos como ministra . Pero algo tienes que tener claro que es el no supeditar los derechos humanos a nuestras presuntas necesidades, y que esas políticas internacionales conllevan soluciones locales. Algo que ya ha quedado claro en anteriores situaciones similares «No más sangre por petróleo» (sangre que nunca ha cesado de brotar).

Ante el pico del petróleo, nuestra carencia de ese recurso y problemas asociados a él como la contaminación y el cambio climático, nos urgen soluciones locales de reducción de consumo, energías renovables, descentralizadas, etc. y sobre todo cambio de mentalidad, abandonar esta mentalidad consumista, crecentista, hegemónica, tecnocrática, cortoplacista y también la mentalidad racista, colonialista, sexista, clasista y especista.

Porque la política exterior no puede entenderse desligada de la interior, como también nos lo muestra la otra gran crisis con que nos enfrentamos que es la de las personas refugiadas, ese genocidio que acontece en el Mediterráno (y muchos otros lugares) y cuyas hondas expansivas se extienden a muchos otros ámbitos. Esa crisis en realidad es el resultado de siglos de colonialimo, de hegemonía económica y política, de racismo, que se han intensificado en los últimos años con el extractivismo, con el expolio de su pesca, minería, agricultura, madera, petróleo, gas, uranio, etc o incluso de sus tierras y de su agua. El extractivismo ha sido la única solución ofrecida por las grandes instituciones financieras internacionales para superar las deudas, pero ha demostrado nuevamente ser más de lo mismo, intensificar el expolio y las condiciones de pobreza y exclusión. Porque no es problemas de deudas sino de quien tiene el poder para exigir pagos o para imponer políticas de este tipo y similares.

Y el otro gran reto debería ser el cambio climático, por no haber recibido la respuesta internacional que merece, y por ser un fenómeno internacional, de obligada y acuciante intervención, que engloba muchos otros problemas (desertificación, inundaciones, fenómenos climáticos extremos, etc) y a muchos lugares y sectores (siempre los más afectados, los que menos han hecho por provocarlo) y que precisa de audacia y compromiso político desde lo local.

Mis felicitaciones van entrecomilladas porque nuestro sitio son los movimientos sociales, fuera de las instituciones, aunque sabedoras que son estas las que dictan las políticas y en última instancia son las que deciden, de lado de las comunidades afectadas, del medio ambiente, de la justicia, la solidaridad internacionalista, por el respeto de los pueblos desde los reconocidos con estado, a los sin estado, a los indígenas, a los no reconocidos, a los que eligieron el aislamiento voluntario; a la clase trabajadora, sin exclusiones de genero, ni sexualidad, ni cultural, entendiendo a la humanidad como UNA y a nuestro planeta también. Por ello, espero que esos sean también los valores que te guíen en esta nueva empresa, y si en algún momento necesitas información, consejo, desde esta posición y con ese fin, no dudes en contactarnos.

Mientras seguiremos en este lado, recordándote a ti y los demás los efectos de la economía con mayú$culas. Sabemos que hace falta tener cintura, ser diplomática, que tendrás muchas presiones, que el Capitalismo es un gran gigante de muchos brazos y cabezas, que te darán por muchos lados, pero esperamos que seas valiente, certera y que tengas claro que los intereses de la mayoría (respetando a las minorías – no a las éites) y del planeta están por encima de todo.

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