Este año no ha sido bueno para la profesión. Ya hemos sufrido recortes en años anteriores, como la sustracción de la paga extra, reducción del salario, suspensión de la carrera profesional, la no sustitución de las bajas, el aumento de las cargas de trabajo, o una contratación precaria. Ahora, tenemos que añadir el R.D. de Prescripción Enfermera, publicado en el BOE el 23/12/2015, que recorta nuestras funciones, nos resta autonomía y nos relega a tiempos pasados, en los que usábamos cofia, con todo el sentido que esta tiene.

Actualmente, y según este Real Decreto, no estamos capacitadas para prescribir material de curas, ni para valorar una situación en la que se precise modificar una medicación prescrita por el responsable médico.

Es curiosa la situación. Por un lado, la ley no nos permite actuar. Pero por otro lado, nuestras autoridades sanitarias pretenden que todo siga igual y vuelven a arrojarnos la responsabilidad de la asistencia a la ciudadanía, en vez de que el colectivo médico se implique en el cumplimiento de un real decreto con el que están de acuerdo.

Es totalmente surrealista que invoquen a nuestra responsabilidad para incumplir la ley, cuando justamente tendría que ser al revés. ¿Alguien puede entender que las y los Directores de Personal, Gerentes, Director General, Consejero empujen al personal de enfermería a saltarse la ley?

Nuestros seguros de responsabilidad civil no nos cubren en el caso de una denuncia, porque no estaríamos ejerciendo dentro de nuestras funciones tal y como dice la ley.

Sin embargo, aunque este año no ha sido bueno para la profesión, os animo a que lo celebremos a lo grande, que nos hagamos valer, que seamos más visibles para la ciudadanía y, sobre todo, que no perdamos la esperanza de arreglar este desaguisado en el que nos ha metido el Ministro Alonso.