José Martín Alustiza Madinabeitia

Conciliar dos posturas

El proyectado parking en la Plaza de la Cruz está produciendo un intenso debate a favor y en contra del mismo. Por un lado, los promotores de la construcción, con la complicidad de UPN, justifican que hay población del entorno que solicita plazas de aparcamiento para facilitar su movilidad y, para ello, proyectan su construcción. Pero lo hacen por la vía más barata para su ejecución, es decir, talando un número determinado de árboles con muchos años para abrir mediante excavadoras un gran foso y trabajar a cielo abierto en la profundización y acondicionamiento del aparcamiento. Por otro lado, nos encontramos los que estamos en contra de ese arboricidio y no vemos justificado semejante desastre ecológico por comodidad de unos pocos y el negocio especulativo de otros muchos.

Quizás si se pudiese llevar a cabo las obras sin necesidad de la tala de árboles no opondríamos tanta resistencia al proyecto. Y soluciones, hay. Saldrá la obra algo más cara, pero se puede solucionar sin el daño medioambiental. La técnica a emplear es la que se ha empleado toda la vida para excavar las galerías en las minas subterráneas, esto es, realizar un pozo de perímetro limitado y profundizar a través de él hasta una cota en la que ya no nos encontremos con las raíces del arbolado y dejemos un sustrato de tierra suficiente para el mantenimiento de los mismos. A partir de ahí, excavar un subterráneo en horizontal y en vertical la superficie y altura que vaya a ocupar el parking, extrayendo los materiales por el citado pozo y apuntalando cada metro que se avance.

Otra solución más práctica y factible sería hacerlo mediante una rampa a través de una de las calles adyacentes, que permitiera el acceso de una excavadora y de los camiones que extraigan los materiales, para profundizar, como en el caso anterior, por debajo de las raíces de los árboles, asegurando mediante apuntalamientos y forjados de hormigón cada metro que se avance en horizontal y vertical y abovedando el techo del parking para evitar un socavón, como se han construido las antiguas bodegas que tanto proliferan por la geografía de los territorios productores de vinos.

Si la empresa contratada para hacer la obra no tiene tecnología para realizar de este modo el trabajo, que se subcontrate a la que excavó los túneles de las obras del Metro de Bilbao que discurren por debajo de la ría.

Sí, estas soluciones encarecerán la obra, pero al precio que se rumorea que se están vendiendo las plazas de aparcamiento (300.000 euros), pueden asumir el sobrecoste, aunque los promotores y especuladores ganen un poco menos, consiguiendo de esta forma conciliar las dos posturas encontradas.

No obstante, es sospechoso, como escribe Juan del Barrio, en las páginas de Tribunas de “Diario de Noticias” de ayer, la tendencia de UPN en apoyar o acometer la construcción de las obras faraónicas que describe, y como decía la coletilla que la actriz Fedra Lorente en su papel de «la Bombi» repetía en cada intervención del mítico programa de TVE "Un, dos Tres...", «por qué será». El imaginario colectivo tiene respuesta a esa pregunta.

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