Francisco Javier Argote Urzelai
Presidente de ACOA-AKE

Del vasco-navarra al TAV. ¿Dónde queda el servicio de cercanías?

En Álava, el transporte de cercanías por ferrocarril es prácticamente residual. Es necesaria la  apuesta firme del Gobierno Vasco por un tren de cercanías Miranda-Alsasua.

Coincidiendo con el centenario de la inauguración del ferrocarril Vasco-Navarro, ya desaparecido y convertida su infraestructura en vía verde, estamos inmersos en la construcción de una nueva infraestructura, la Y vasca que unirá las tres capitales vascas.

El Trenico era un tren de vía estrecha que unió el Alto Deba en Guipúzcoa, La Llanada y La Montaña Alavesas y Tierra Estella en Navarra, dando un servicio sin igual a los habitantes de los pueblos por donde pasaba. Un tren moderno para su época, que creó una interconexión social y económica en las comarcas por donde circulaba. El trenico, además de su función económica, tenía claramente una función social

Por desgracia en el año 1967, el trenico realizo su último viaje, dejando una profunda brecha, no solo física (que ahora se ha recuperado con la vía verde) sino también emocional y social.
Yo conocí el final de vasco-navarro. Soy nieto de uno de los maquinistas de dicho tren y he viajado en el. He conocido la estación del Norte y el economato de los trabajadores del trenico, donde todo se vendía a granel.

Ahora, en pleno siglo XXI, voy a poder conocer la puesta en marcha de la Alta Velocidad Vasca. El País Vasco está inmerso en la construcción de un nuevo eje ferroviario, la Y vasca. Un tren de alta velocidad para unir las tres capitales de la comunidad autónoma vasca y se supone con el resto del Reino de España y con Europa. Es, según dicen, la infraestructura de transporte más cara de toda la historia del País Vasco. Un eje ferroviario que pasa por el territorio pero no lo vertebra, no nos sirve para unir nuestros pueblos. Es como casi todos los servicios (gaseoducto, fibra óptica, etc.) pasan por nuestros pueblos, invaden y ocupan nuestro suelo pero no nos dan servicio.

Sirva esta introducción para hablar de los que nos interesa, de una infraestructura que está creada, que existe, que atraviesa todo el territorio y que tiene la capacidad de vertebrarlo.

Tenemos en Álava dos ejes ferroviarios en activo, uno el eje Miranda-Bilbao, que la atraviesa por el oeste, desde Ribera Baja hasta Llodio, pasando por Pobes, Kuartango, Izarra, Lezama, Orduña y Amurrio. El otro el Miranda-Alsasua, que atraviesa el territorio de sur a este, pasando por Armiñón, Manzanos, La Puebla, Nanclares, Jundiz, Vitoria, Oreitia, Alegría, Salvatierra y Eguino.

Durante el siglo XX, no solo ocurrió la desaparición del vasco-navarro, también se produjo un paulatino abandono del transporte por ferrocarril en beneficio del automóvil. De esta forma, las dos líneas ferroviarias  que siguen activas en Álava han visto disminuir su flujo de pasajeros e incluso desaparecer muchas de sus paradas en los pocos trenes de cercanías que se mantienen. El abandono general del ferrocarril, la falta de inversiones para hacerlo un medio de transporte atractivo nos ha llevado a una situación en la que en Álava el transporte de cercanías por ferrocarril es prácticamente residual.

Centrándonos en la línea Miranda-Alsasua, más factible por el número de personas afectadas y porque a su paso por Vitoria puede servir de tranvía entre Zabalgana y Salburua, desde la Asociación de Concejos de Álava- Arabako Kontzeju Elkartea hemos solicitado reiteradamente a Adif (Renfe) la adecuación de un servicio de cercanías acorde al siglo XXI y a las políticas sobre movilidad sostenible, un servicio de cercanías con más frecuencias y a un precio asequible. La realidad ha sido la contraria, cada vez menos frecuencias, menos paradas y precios más elevados (actualmente es más barato ir de Manzanos a Vitoria en automóvil particular que en tren de cercanías).

Ante esta realidad, el siguiente paso fue hacer un llamamiento a Gobierno Vasco para que a través de Euskotren habilitase un servicio de cercanías entre Miranda y Alsasua, un tren que permita la movilidad de las personas que vivimos en la zona rural, que nos permita prescindir de la dependencia del vehículo privado. Un tren que como ocurrió con el trenico, fomente la interconexión social y económica en las comarcas por donde circule. Un tren con una clara función social. Pero además, un tren que puede dar un servicio de tranvía a la ciudad de Vitoria, uniendo los nuevos barrios de Zabalgana y Salburua entre si y con el centro.

Ante la insistencia y a petición del Parlamento Vasco, el Gobierno Vasco ha realizado un estudio sobre esta propuesta. El resultado es que las posibilidades técnicas existen, hay «ventanas» para la implantación de este servicio, pero aducen que habría que involucrar a tres comunidades y falta de rentabilidad económica. Parece que los beneficios ambientales, sociales y económicos para toda la sociedad alavesa no son suficientes estímulos para que el Gobierno Vasco apueste por esta infraestructura.

Por todo esto, cuando nos enteramos del coste de la construcción de la «Y Vasca», de los millones necesarios para la entrada del TAV en las tres capitales, del déficit soportado en las líneas de alta velocidad existentes. Cuando se propone la construcción de nuevas líneas de tranvía en Vitoria, ignorando la infraestructura que ya existe, cuando vemos el desorbitado gasto de estas nuevas infraestructuras, no entendemos que ante una petición como la que estamos planteado, la respuesta sea «no es rentable».

Es inadmisible que haya cientos, miles de millones de euros para una infraestructura ferroviaria nueva, que solo une las capitales y que según todas las previsiones va a ser deficitario y que no tengamos voluntad ni dinero para adecuar un servicio de cercanías, en unas vías ya existentes, un tren, que con la misma filosofía que el trenico, además de dar un servicio de transporte del siglo XXI en Europa, también sirva para crear una interconexión social y económica por las comarcas que atraviese.

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