Dos fechas importantes
En el mes de diciembre tenemos dos fechas significativas que vale la pena mirar con detalle. La primera es el día 6, cuya importancia deriva de la Constitución española, que fue promulgada precisamente en ese día el año 1978. Tres años después de la muerte del dictador Francisco Franco.
El documento dogmatiza la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Ya no estamos en los siglos de los señores feudales, dueños de grandes haciendas.
¿Y de dónde viene el nombre Ibérica? Es de recordar que en tiempos lejanos los griegos consideraban la península como zona de iberos, pueblo que se había instalado al sur y al este de esas tierras; los fenicios, por su parte, hablaban de sephanium, indicando que era «tierra de metales»; los romanos utilizaban el nombre de península ibérica recordando a los
Íberos, y sin distinguir a los pueblos que habitaban por una y otra parte.
Precisamente uno de esos pueblos arraigados en dichas tierras por el norte eran los vascones. Y ahí nos tropezamos con la doctrina de Sabino Arana –hijo de un carlista, fabricante de gabarras, que en 1892 empezó a marcar una especie de dogma sobre los vascos, afirmando que eran una «etnia original y sin mezcla»–.
Frente a esas aseveraciones, hay actualmente un hecho importante: que la mitad de los actuales habitantes de las tierras vascas son personas llegadas de diferentes zonas peninsulares, además de África, Iberoamérica, Asia. O son hijos de esas gentes.
Otro hecho muy significativo: la evolución en el trato y valoración de la vida cotidiana. En modo alguno se pone delante la pertenencia a una u otra etnia. Los habitantes se consideran simplemente vecinos. Hay incluso un proverbio al respecto: «no eres de donde naces, sino de donde paces». O sea, de donde apacientas la vida.
Cabe destacar asimismo una manera muy frecuente en el trato: lo que llamamos tuteo. Es usado en la calle, en las tiendas, en el autobús urbano, con las gentes que trabajan en las casas, e incluso con las autoridades municipales. Alejándose de aquel usted, que derivaba probablemente de «vuestra merced».
Vamos a la segunda fecha con que nos topamos en diciembre: la fiesta que algunos llaman Navidad conmemorando el nacimiento de Jesucristo. En ese hecho hay un asunto ilusorio heredado de cierta literatura religiosa: que la madre de la criatura era virgen antes, en y después del parto. O sea, que no había tenido una relación sexual que incluyera la penetración en su vagina por el miembro sexual de un hombre. Ni su hijo salió de su útero rompiendo el himen.
En todo caso, tenemos los escritos de llamado Nuevo Testamento: los evangelios, que recogen la vida y doctrina de Jesucristo, en la que cabe destacar la afirmación «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia».
Pero el llamado cristianismo no se centró en ello. Se fue extendiendo por Europa y costas del Mediterráneo, donde se generaron estructuras ajenas a dicha doctrina. Un dato más: el llamado papa que, una vez caído el emperador, se estableció en Roma, y dio paso a una organización de cardenales, obispos, párrocos. Asentados sobre obras de arquitectura en las que reunirse, sin profundizar sobre el «hambre y sed de justicia»
Dicho esto, vamos un momento a las tierras vascas. Una parte de nuestros territorios son rurales, con su población centrada en el trabajo de las tierras, en operaciones de pesca, en la cría de animales. Pero se dan asimismo importantes tareas industriales, con todo tipo de industrias y talleres a lo largo y ancho de las siete tierras. En Gipuzkoa, por ejemplo, tenemos el proceso y dinamismo de Getaria, de Pasajes de Zumaia, de Oñati... Y parecidamente sucede en tierras de Alava: en Laguardia, Labraza, Labastida... En Bizkaia existe esa pluralidad en Bermeo, Gernika, Getxo, Lekeitio... En Navarra citamos a Tudela, Estella, Tafalla... En Iparralde pasamos a Hendaia, Donibane, San Juan de Luz, Biarritz, que unen el trabajo industrial y comercial con la promoción del turismo.
Junto a esas dinámicas rurales, industriales, turísticas, y de comercio, cabe destacar otra característica importante: la forma de convivir, que genera un status de cercanía y amistad en la vida cotidiana. Incluyendo las relaciones sexuales, que tienen lugar no solo entre hombres y mujeres, sino también entre personas del mismo sexo. La moral impuesta desde ciertas culturas y religiones ha dejado en el tema sexual un notorio campo abierto, que nos empuja a nuevas perspectivas de relación, sin estar inundados por herencias morales.
Aquí vale la pena subrayar la nueva actitud de las mujeres en su variada forma de vestir, en el cultivo de su figura física, en su dinámica en el campo deportivo, político y social. Y se genera una actitud de frecuente compañerismo entre hombres y mujeres. Coinciden largamente en la calle, en el deporte, en los estudios, en el campo laboral. Y asimismo a nivel familiar y sexual.
Frente a esas relaciones, es necesario exigir a los dirigentes políticos que no se imaginen como personas que utilizan su gobierno para manejar a la gente, sino que ejerzan como vecinos. ¿Presentan propuestas a los habitantes? Pues que las expliquen y discutan con ellos, sin recurrir a la dinámica de multas, detenciones, régimen judicial y sistema penal. ¿Sistema penal? Ante dicho recurso al castigo y aislamiento es preciso promover su abolición, y centrarse en métodos de reinserción.
Dicho todo esto podemos convencernos de que el suelo que pisamos ha de ser utilizado como factor que nos une y nos cohesiona.