El pasado domingo 11 de abril, los ecuatorianos acudían a las urnas para elegir a su nuevo presidente en la segunda vuelta, que precedía a una primera convocatoria celebrada el 7 de febrero, con nada menos que nueve candidatos. De la lista de aspirantes de aquella primera cita tan sólo quedaron dos, los que mejores resultados habían obtenido. Los dos candidatos eran Andrés Arauz (FCS), antigua Alianza País, de izquierda, y en donde estaba detrás de todo el expresidente Rafael Correa, inhabilitado para estos comicios, al enfrentarse a ocho años de prisión acusado de cohecho y corrección, residente en Bélgica, y del que se dice que es el mentor del aspirante Arauz, y quien ha dirigido la campaña desde el país Europeo, el expresidente Correa declarado profujo de la justicia del Ecuador no ha vuelto a su país, por miedo, quizás de caer preso..., pero esa es una historia de persecuciones, y cruzadas, capitaneadas por el presidente saliente Lenín Moreno, quien, después de llegar al poder en 2017, denunció la precaria situación económica, en la que recogió el testigo de su antecesor Rafael Correa, y del que Moreno fue su vicepresidente, y del que los suyos, le acusaron de traición, destituyó a ministros, incluso los metió presos, como a su vicepresidente Jorge Glas, quien cumple condena en una prisión de la sierra del Ecuador, persecuciones y cruzadas a parte. El otro candidato que llegó a la segunda vuelta fue el empresario y banquero Guayaquileño Gullemo Lasso, conservador y derechista, fundador de la formación politica Creo, quien para estas elecciones concurrió con el movimiento conservador PSC, liderado por el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nevot, con quien se le vio el pasado domingo en su primer discurso como presidente virtual a pocas horas del cierre de los colegios electorales del Ecuador, y sin el 100% del escrutinio ya le daban los puntos suficientes para hacerse con el sillón presidencial del palacio de Carondelet, donde tiene previsto ser investido como presidente de la República del Ecuador el próximo 24 de mayo cerrando de esta manera su tercera postulacion hacia el cargo, que su pueblo, el Ecuador, lo acaba de elegir, en un periodo de cuatro años, que lo llevará a gobernar al país andino hasta el 24 de mayo de 2025. De esta forma, se cierra un ciclo de catorce años de gobierno de izquierdas, diez años con Correa al frente, y cuatro con Lenín Moreno, un presidente que comenzará hacer las maletas, con poco, o más bien nada, a su favor, o algo beneficioso para los ecuatorianos. Lenín Moreno pasará a la historia como un presidente mediocre que no hizo más que aparentar a los ecuatorianos, con medidas, duras, llenas de soberbia, y prepotencia, amenazante hacia el pueblo, en días oscuros, de fuego, y unas calles, como las del centro histórico de su capital, Quitó, que nos llega a llenar de tanques y militares abriendo fuego contra todo un pueblo, convirtiendo en un infierno las vidas de un país al que quería subir los impuestos de carburantes. El pueblo no podía más con las medidas impuestas por un tirano que les apretaba el cuello con una soga y volvía a poner una pesada losa, sobre sus vidas, no les dejaba respirar..., no les dejaba vivir... Ese infierno que duro varias jornadas, y que causó al menos diez víctimas mortales, sólo cedió ante las numerosas llamadas de cese de violencia por parte de la comunidad internacional. El presidente Moreno, ha abandonado su cargo solo, y a buen seguro, el perseguidor de antiguos Gobiernos, será llamado con el tiempo a responder por cosas como aquellos duros enfrentamientos de octubre de 2019, por estas u otras cuestiones que irán saliendo.

Pero más allá de esto esto, Moreno ya es historia, y así lo demostró el pueblo con su voto, donde dejó claro que querían un cambio, ¿a la derecha? Eso no lo sabemos, pero el mapa político que los ecuatorianos dibujaron el pasado domingo lo deja bastante claro, residentes en el país y en el extranjero, hablaron, y este es el resultado de estas elecciones marcadas por el miedo de la creciente pandemia de la covid-19. La gente salió a votar, lo hizo, convencida de algo, apostar por el cambio, y estos son los resultados, Lasso ganó los comicios y ha sido reconocido por sus competidores. El cambio a llegado, no será un camino fácil, y más en estos momentos de pandemia, necesitamos sumar, crear más políticas sociales, activar la economía, generar empleo, y mirar hacia delante respetando la decisión del pueblo, un voto de confianza, ojalá, esto sea el comienzo de un camino hacia el progreso, y la activación de la economía, y la activación de los derechos, de este pueblo, el Ecuador, quien me acogió durante años, con el pueblo con el que camine, y con el que me siento en deuda, y el pueblo que llevo en mi corazón, un pueblo, unos pobladores, que marcan a fuego el corazón. El Ecuador tiene la oportunidad de seguir haciendo historia, en esta de la propia parte de la misma, que nos ha tocado vivir, porque ellas y ellos, los ecuatorianos, son los dueños no sólo de sus vidas, si no también de su historia, y está es una buena oportunidad para seguir soñando, para seguir escribiendo la historia.

Buenas tardes, Ecuador.