Xabier Rodríguez y Nikolas Xamardo

El papel de Esquerra Republicana de Catalunya

Antes de que se manifieste abiertamente la traición de ERC, como en estos momentos, ya había una serie de síntomas que la anticipaban.

A estas alturas del procés, podemos afirmar que Catalunya es la escuela de la política en este momento. Y ello nos permite pensar sus leyes, así como el papel del Estado.

a. Cuando lo nuevo surge (movimiento independentista), aparece el sujeto fiel (movimiento popular, liderado por Puigdemont) y el sujeto reactivo (Ciudadanos-Tabarnia), de los que ya hemos hablado. Veamos la historia: ¿cómo entender el Nazismo sin la Revolución de Octubre? ¿Cómo comprender la contrarrevolución en Francia (Thermidor, con Danton), sin en el movimiento revolucionario (Robespierre y Saint Just)?

b. Históricamente, en todo proceso de naturaleza independentista, revolucionario, transformador, etc., dentro del campo del pueblo, siempre aparece la figura del traidor, porque existe el consecuente (hasta en el mismo catolicismo, Judas, frente a Cristo). En Euskal Herria, este papel se lo adjudicó, por méritos propios, Euskadiko Ezkerra. Recordemos, también, que si la traición no pudo consumarse en su totalidad, fue debido a la firmeza y coherencia del MLNV (Movimento de Liberación Nacional y Social Vasco).¿Quién no ve reflejado el proceder de ERC en esta segunda ley?

En todo este proceso, hay una figura que juega un papel central en la materialización de estas leyes. La estrategia del Estado, ante las reivindicaciones independentistas, adopta siempre la forma de un dilema (actuación dirigida a intentar bloquear cualquier salida que no esté en su lógica). Engañosamente, trata de hacer ver que la solución está en tus manos. Veamos la forma que adopta en Catalunya: «Si renuncias a la independencia, podremos hablar». Ante este dilema, la salida de ERC es ceder. Sin embargo, otros (movimientos populares y Puigdemont) no entran ese juego. Plantean, simplemente, «soberanía para Catalunya».

Recordemos la universal tragedia de Esquilo, Prometeo Encadenado (hace 2.500 años). Este, como Puigdemont, en la peor de las circunstancias, se escapa del dilema que le plantea Zeus, el rey de los dioses: «Rebélame el secreto y te libero». «Primero, me liberas y luego te diré el secreto», le responde Prometeo.

En fin, antes de que se manifieste abiertamente la traición de ERC, como en estos momentos, ya había una serie de síntomas que la anticipaban. Recordemos que ya inmediatamente después de 1-O, hablan de negociar con el Estado el encaje de Catalunya en España. Intuyen que, tras la elecciones del 21-D, llegarían a ser la primera fuerza independentista. Por eso, llegado el momento, se negaron a formar parte del frente popular catalán. Su derrota desubicó al Estado que reacciona primero con el palo (cárcel). Esta política da sus frutos: ERC, prioriza la liberación de los presos a la liberación de Catalunya. Posteriormente, la traición de ERC trata de ocultarse tras una figura imposible: «Queremos una República que no meta a nadie en la cárcel». Así mismo, hablan de garantizar la desaparición del 155. ¿Cómo? Formando un Govern en la lógica del 155.

En fin, el último apoyo a la estrategia de ERC de formar Govern a cualquier precio, se lo da el Estado con la amenaza de acabar con el sistema educativo catalán, en un intento de que amplios sectores populares presionen a Puigdemont (y al movimiento que le apoya) a que cedan: que dejen formar el Govern del 155, único garante de que eso no suceda.

Ante este dilema: ¡Erresistenteak, aurrera!

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