Ayer lunes, día 5 de marzo, se firmaba en el Ayuntamiento de Bilbo el Pacto por la Seguridad Ciudadana. Un pacto que, para algunos dirigentes políticos, parece limitarse a una foto. Para EH Bildu es algo más. Es la necesidad de cambiar la manera de ver la seguridad ciudadana, exigiendo acabar con los discursos criminalizadores y basados en la represión.

Es un hecho que, en los últimos meses, han ocurrido varios sucesos que han generado un gran impacto social y que han puesto el foco mediático en la seguridad. Mejor dicho, ha quedado en evidencia la percepción de falta de seguridad en la ciudad, impulsado por el tratamiento alarmista que se ha dado desde diversos sectores. Una situación ante la que la única alternativa que nos proponían era una mayor presencia policial. Una alternativa que pasaba por dar un mayor protagonismo a la fuerzas de seguridad del Estado, algo a lo que EH Bildu ha mostrado su total rechazo.

La fórmula que proponían, por lo tanto, era más policía, más políticas coercitivas y discursos populistas y peligrosos como el de «quien la hace la paga» tan repetido por el alcalde Aburto. Ante ese discurso alarmista EH Bildu ha recordado una y otra vez cuál es el verdadero problema: el origen del problema son las desigualdades y la brecha social existente en la ciudad. Bajo la imagen de postal de la ciudad hay problemas acuciantes. Y ante esos problemas no queremos más policía con casco y porra. Lo que necesitamos es un trabajo preventivo que pueda acabar con estas prácticas.

Con nuestro el trabajo hemos dado un vuelco al documento inicial presentado por el equipo de gobierno del PNV-PSE, cambiando la filosofía del mismo y dejando claro que la seguridad no se centra en la dicotomía de buenos y malos. Intervienen numerosos factores que inciden en un concepto más global y mejor adaptado de seguridad, pasando del concepto de «seguridad» clásico, al «modelo comunitario de seguridad ciudadana».

Hemos conseguido, en definitiva, cambiar el paradigma actual de la Policía Municipal de Bilbao, pasando del actual modelo a uno de policía comunitaria basada en la cercanía y que sitúa a las personas y a la comunidad en el centro, dotándolas de la capacidad de decidir sobre las políticas y las prioridades en materia de seguridad. Así se prioriza la prevención de los hechos delictivos. Es decir, actuar sobre las causas que a posteriori pueden terminar derivando en estos hechos con el objetivo de evitarlos.

Para nosotras la clave está en el carácter social de la seguridad y la importancia que elementos como la participación ciudadana, la situación socioeconómica, la calidad de vida, la igualdad de oportunidades y, en definitiva, todo lo relacionado con los aspectos sociales tienen a la hora de entender y trabajar el ámbito de la seguridad.

En consecuencia, podemos decir que se ha logrado situar el discurso y la concepción en torno a la seguridad defendidos por EH Bildu en la centralidad política, obligando a moverse a los demás partidos hacia otras posiciones.

La actitud de EH Bildu en todo este proceso se ha caracterizado por la responsabilidad y por la intención de aportar en positivo en materia de Seguridad, trasladando ésta a posiciones más sociales y de izquierdas. Y como hemos dicho antes trabajando desde el punto de vista de la no represión y sí prevención.

Sabemos que el de la seguridad es un tema que preocupa. Por eso tenemos muy claro que seguiremos actuando con la misma responsabilidad que hasta ahora ha requerido el problema- Eso no quiere decir que demos cheques en blanco a nadie, porque el papel lo aguanta todo. La clave va a estar en ver si lo escrito en ese papel se convierte en realidad o no.

Si vemos que las demás fuerzas políticas adoptan una actitud diferente a lo pactado o no cumplen con lo acordado, no nos temblará el pulso para salir del Pacto de la misma forma en la que hemos entrado.