Amaia Zubieta Garciandía

En la sanidad pública ¿por qué no?

Pregunté por qué no usaban en lugar de yeso fibra de vidrio, como utilizan en otros países, mucho más cómoda y ligera (lo digo por experiencia). La respuesta fue tajante: en el sistema público no se usa.

Recientemente he sufrido una fractura de cúbito y radio y tengo que agradecer el exquisito trato recibido tato por los servicios de salud pública de Canarias como del servicio de urgencias del Hospital de Navarra.

Dicho esto, me han ido surgiendo una serie de dudas sobre materiales y terapias utilizadas en traumatología. Por desgracia, me estoy convirtiendo en una ferviente usuaria de este servicio, una experiencia de tres roturas de huesos en mis miembros superiores e inferiores lo avalan. En esta ocasión, al ir a revisión me cambiaron la férula que llevaba por un yeso cerrado, mucho más pesado, que me cubre todo el brazo. Entonces pregunté por qué no usaban en lugar de yeso fibra de vidrio, como utilizan en otros países, mucho más cómoda y ligera (lo digo por experiencia). La respuesta fue tajante: en el sistema público no se usa. Pero no me dijeron el por qué. Dándole vueltas al asunto, barajé como hipótesis el sobrecoste del material y las políticas de ahorro del sistema público de salud, aunque no lograba comprender si realmente es un ahorro ya que la sobrecarga muscular y de las articulaciones por el peso del yeso puede suponer que haya, posteriormente, una necesidad de rehabilitación de partes del cuerpo que no estuvieran previamente lesionadas. Para salir de dudas, pregunté a una persona amiga responsable de salud. Me aclaró que cada servicio toma sus decisiones y establece sus prioridades y que probablemente en trauma tengan un mayor interés en avanzar en otras técnicas, por ejemplo colocación de prótesis. Desde luego, me parece muy bien que dado que cada vez vivimos más también podamos vivir mejor, y las prótesis de caderas o rodillas pueden ayudar a la movilidad y a mejorar la calidad de vida. Pero he seguido dándole vueltas al tema: ¿cuántas prótesis se colocan y cuántos huesos se fracturan? ¿El avanzar en técnicas protésicas impide la utilización de materiales que ofrezcan el mismo beneficio pero mayor comodidad a las y los pacientes? ¿Hay contraindicaciones en la utilización de la fibra de vidrio?

Respecto a las prótesis también tengo otras dudas. Mi compañero sufre desde hace años desgaste de cadera con dolor y limitación de la movilidad. Cada vez que le han derivado a traumatología la secuencia ha sido siempre la misma, le preguntan si hace vida normal (me gustaría saber qué es vida normal…) y le dicen que su cadera no está lo suficientemente mal como para ponerle una prótesis. Vamos que cuando no pueda moverse, espero que dentro de muchos años, ya se la pondrán y mientras tanto que se aguante. En la última visita, el año pasado, preguntó por las terapias biológicas que algunas personas conocidas habían experimentado con gran éxito. La respuesta fue: en el sistema público no se utilizan. Aunque defendamos firmemente el sistema público, la solución, porque tenemos el privilegio de podérnoslo permitir, fue dirigirnos a una consulta privada. Los resultados han sido muy buenos. La terapia no es milagrosa, pero tiene un coste reducido y se experimenta una gran mejoría, retrasando o evitando la colocación de prótesis. ¿Por qué entonces no está al alcance de todas y todos? ¿Por qué hay que esperar un deterioro completo para dar una alternativa y no se ofrece una terapia que mejore la calidad de vida?

Reconozco mi ignorancia en el tema, pero me gustaría tener respuestas a mis preguntas y dudas, quisiera saber ¿por qué en el sistema público, no?

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